El proyecto fue explicado por el conseller de Medi Ambient, Jaume Font; el director general de Recursos Hídrics, Joan Crespí, y la teniente de alcalde de Infraestructuras de Palma, Marina Sans.
Esta actuación responde al acentuado deterioro de las paredes del torrente, que representan un riesgo, por lo que se construirán nuevos muros en unos 680 metros de esta rambla, entre las calles Picasso y Bartomeu Rosselló Pòrcel.
Además, se instalará una solera de hormigón en un tramo de 135 metros, se cambiarán las barandas frente al Poble Espanyol por unas colocadas sobre pilastras de piedra y se instalará nuevo mobiliario urbano.
El plazo de ejecución de estos trabajos está previsto en medio año.
El nuevo mobiliario urbano incluirá bancos, sillas y una zona de juegos infantiles, además de un espacio multijuego para personas con movilidad reducida. Las obras en los muros representan el 38 por ciento de la inversión total. No serán necesarias expropiaciones.
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