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El antiguo Hospital Militar, con entradas en las calles Sant Miquel y Olmos de Palma, ya está listo para su nuevo cometido: tras una intensa reforma y una inversión de 7,2 millones de euros, albergará dos residencias y centro diurno: una para personas mayores y otra para enfermos de alzhéimer. Las nuevas dependencias se inauguraron ayer por una comitiva encabezada por el president del Govern, Jaume Matas.

Los nuevos equipamientos suman 116 plazas. La residencia de ancianos asistidos, que tiene su entrada por el número 71 de la calle Sant Miquel y ha costado 4,5 millones de euros, dispone de 68 plazas, y el centro para personas con alzhéimer, situado en el número 2 de la calle Olmos, cuenta con espacio para 28 residentes y 20 usuarios del centro de día. Baños adaptados en todas las plantas, consultas y salas de terapia y tratamiento, además de comedores.

Hace tres años, el Ministerio de Defensa vendió a la Comunitat Autònoma el Hospital Militar, por lo que en virtud de un convenio, una parte de la plazas, concretamente 17, serán adjudicadas por el Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas), la mutua de los militares, entre veteranos del Ejército y su familiares. Por ese motivo, en el acto inaugural estuvo también, además de la vicepresidenta Rosa Estaràs, la consellera Rosa Puig y la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, la secretaria general de Isfas, Carmen Briones. También una abundante presencia militar, encabezada por el comandante general de Balears, José Emilio Roldán.