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«También antes, como ahora, fuimos un limón a exprimir fiscalmente, muy especialmente en el tiempo infausto de Pere IV de Aragón y la deuda pública que se generó, que se autoalimentó y que nos amargó durante siglos. Poco han cambiado las cosas -esperemos que cambien con el nuevo Estatut- y desde entonces hemos continuado siendo un limón a exprimir fiscalmente hasta construir la primera autonomía en solidaridad con el resto de España», defendió Matas en su discurso, pronunciado después de la entrega de la medalla de oro de la Comunitat y los Premis Ramon Llull en el acto celebrado en el Auditórium.

Matas cree que hay que mirar el futuro con esperanza y que, de esta manera, únicamente el tiempo juzgará «la bondad y la oportunidad del nuevo Estatut y, a partir de hoy, tenemos la obligación y la necesidad de velar su defensa y cumplimiento». El president del Govern considera que ha llegado la hora de no mirar hacia atrás, ni cuestionar las diferencias que se han producido durante la tramitación del Estatut. «Hoy este Estatut ya es el Estatut de Autonomia de todos los ciudadanos de Balears», recalcó el jefe del gabinete autonómico durante su discurso.

Para Matas, resulta importante sacar una lección del proceso estatutario, que la misma historia «ha ratificado y ratificará». «Hoy es, en efecto, un día que la historia irá reafirmando nuestro recuerdo colectivo como el punto de partida de un nuevo marco institucional de relación que el mismo paso del tiempo deberá consolidar», subrayó. Matas insistió en que el resultado final de la reforma del Estatut pone en evidencia «que nuestra fortaleza colectiva es directamente proporcional a la capacidad de avanzar juntos hacia un objetivo».