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J.J.S.
En 2005, España registró 7.000 denuncias de violencia filioparental, de hijos a padres.

Esta dato fue aportado ayer por Lorena Bertino, que expuso una de las primeras ponencias de las V Jornades d'Educació Social «Violència familiar: fent camí cap a la prevenció i la intervenció», que tienen lugar en el edifici Guillem Cifre de Colonya, de la UIB, organizadas por el Col·legi d'Educadors i Educadors Socials de les Illes Balears.

Bertino explicó que las agresiones de hijos a padres «han experimentado un gran aumento, sobre todo en adolescentes, y, en el caso concreto del País Vasco, se han multiplicado por cuatro».

En opinión de Bertino, «no necesariamente los hijos que muestran un comportamiento violento en casa lo trasladan a otros ámbitos. De hechos, hay chicos que son violentos en el domicilio familiar y no presentan una trayectoria delictiva o conflictiva. Las causas de esta violencia pueden ser múltiples. Normalmente, la violencia se aprende en diferentes ámbitos y en este 'aprendizaje' pueden intervenir factores psicológicos, sociales y educativos».

Por su parte, Consuelo Rollán presentó la ponencia marco de las jornadas, referida a prevención e intervención en la violencia doméstica. Rollán indicó que «todos tenemos capacidad agresiva, pero la violencia se aprende y, aunque los padres no sean violentos, sus conductas educativas pueden ser inapropiadas. Estos conflictos pueden ser solucionados si no se ha producido un enquistamiento de la situación».