La modernización continuada de la oferta de alojamiento turística se viene produciendo desde principios de los 90 en Mallorca y resto de las Islas.

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La planta hotelera de Mallorca ha afrontado este invierno el mayor proceso de renovación de instalaciones y servicios de los últimos diez años, puesto que el 45 por ciento de los establecimientos de alojamiento turístico de la Isla, en torno a unos 500 hoteles, ha realizado obras de reforma para mejorar su oferta, competitividad y modernización de instalaciones, estimándose la inversión global en torno a los 30 millones de euros.

La Federación Hotelera de Mallorca indica que este hecho, de una forma tan generalizada, «no se producía desde hace años, como consecuencia de los bajos ratios de rentabilidad que han imperado en las últimas temporadas. El hecho en cuestión, es que debido a que con la temporada 2006, que fue rentable en todos los aspectos, la situación ha dado un vuelco, de ahí la petición de créditos blandos a las entidades financieras, principalmente a la CAM, Sa Nostra, La Caixa, así como al resto de bancos y cajas que operan en las Islas».

Las mismas fuentes de la patronal hotelera apuntan a que los hoteleros se han acogido a los créditos blandos que ofrecen las entidades financieras para modernización. Este hecho ha motivado que todos los subsectores relacionados con la construcción (electricistas, equipos de refrigeración, carpinteros, etc.), así como con equipamientos (informática, principalmente) hayan estado a pleno rendimiento de noviembre hasta este mes de marzo, aunque algunas obras se prolongarán hasta el mismo inicio de la Semana Santa, para asi poder reabrir las puertas y adelantar el inicio de la temporada.

La Federación indica que las inversiones medias son muy dispares, pero oscilan desde los 12.000, 25.000 euros hasta los 500.000 y el 1.000.000 de euros, según el volumen y cuantía de la reforma a acometer por el empresario.

Las obras de mejora y modernización se han llevado a cabo en la práctica totalidad de las zonas turísticas de la Isla, siendo las pequeñas y medianas cadenas hoteleras las que mayor esfuerzo inversor han realizado para adecuar sus estructuras a la demanda vacacional.

La oferta hotelera de Mallorca, asi como la de Menorca y Eivissa-Formentera, ha apostado por mejorar la calidad y servicios de sus establecimientos, de ahí que se haya mejorado sustancialmente la calificación de los mismos, apostando los de dos estrellas por cambiar a tres y los de tres estrellas a cuatro, fenómeno éste que se ha producido de una forma continuada desde principios de los 90. Para dar un ejemplo, desde el año 2003, unos 100 establecimietos de Mallorca han subido de categoría, repercutiendo ello en una mejora de su comercialización y mayor poder de negociación a la hora de contratar las temporadas con los touroperadores.