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Ni Son Vida se libra de los problemas de vivienda y la policía tuvo que intervenir ayer por la mañana en el desalojo de un chalet de lujo, a raíz de un pleito por el incumplimiento de un contrato de compra-venta.

La historia tuvo su origen a principios de 2005. La vivienda, ubicada en la calle Solleric, junto al campo de golf de la urbanización palmesana, estaba en venta y una mujer decidió adquirirla. Así, el 19 de enero de 2005, se firmó un contrato privado de compra venta que establecía las condiciones de la operación. La compradora subrogó un préstamo y debía abonar el resto del dinero acordado en dos años.

Por su parte, los vendedores tenían seis meses para abandonar el chalet a partir de la fecha de la firma de la escritura pública. Ésta se realizó el 6 de marzo de 2006, por lo que antes del 9 de septiembre de 2006, la casa debía estar vacía. Pero llegó ese día y los vendedores se negaron a entregar el chalet a la compradora ya que creían que podían estar más tiempo.

La perjudicada, que había realizado los pagos acordados, denunció el incumplimiento del contrato. Finalmente, el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Palma le dio la razón y la sentencia obligó al desalojo de los vendedores, con el uso de la fuerza pública si era necesario, y también permitía a la compradora cambiar las cerraduras.

A media mañana de ayer se debía ejecutar la sentencia. Por ello, la perjudicada se personó en el chalet, acompañada por su abogado, Jaume Saurina, su procurador, y varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), entre otros. Se registraron algunos momentos de tensión entre los vendedores y el abogado de la perjudicada, pero al final se resolvió la situación.

Los vendedores no tuvieron otro remedio que dejar la vivienda. Una vez que se recuperó la tranquilidad y se dio por ejecutada la sentencia, los agentes del CNP abandonaron el lugar y la perjudicada pudo empezar a disfrutar de su nuevo chalet.