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JOAN J. SERRA
Manuel Castells, uno de los autores de referencia en el estudio de la sociedad de la información, pronunció ayer la conferencia «Comunicación y poder en la era digital» en el Centre de Cultura de Sa Nostra, en Palma.

En un encuentro previo con los medios de comunicación, Castells se refirió a la politización actual de los medios, «proceso que les resta credibilidad ante los ciudadanos, que necesitan referentes de información relativamente fiables, no militantes».

Castells puso como ejemplo la cadena de televisión norteamericana Fox News, «creada para justificar la línea política conservadora de los Estados Unidos, nacional e internacional, pero no por ideología, sino por estrategia de mercado. Está dirigida a un segmento de la población que no necesita que la convenzan de nada, sino que le reafirmen en su opinión. La Fox News ha incrementado su audiencia de un 11 a un 25 por ciento, pero no irá más allá porque en Estados Unidos no hay más mercado de 'ultraconservadores dispuestos a morir por la patria'».

En opinión de Castells, «un equivalente en España de la Fox News sería la Cadena Cope, lo que no es una crítica, sino una observación. Tras el franquismo, se pasó de la propaganda del régimen a un periodismo con cierta objetividad, pero ahora vamos otra vez hacia un periodismo militante y de propaganda. Antes, pese a que cualquier medio tenía una carga ideológica, también tenía cabida para cierta pluralidad. Ahí intervenía la profesionalidad del periodista. La relación entre periodista y empresa de comunicación podía ser un tanto complicada, pero el primero gozaba de cierta autonomía. Ahora, algunas empresas de comunicación exigen al periodista ser militante. Si se desarrolla y generaliza este modelo, desaparecerá el periodismo profesional, precisamente en su función de filtro de la militancia».

Para el experto, con un amplísimo currículum académico en prestigiosas universidades europeas y norteamericanas, «España va en la misma dirección y se dirige hacia el periodismo militante en sus medios. Mientras tanto, la británica BBC y los medios escandinavos continúan siendo un modelo. En la televisión pública británica, la independencia es la ideología y el mandato profesional».

Sin embargo, Manuel Castells no quiso ser pesimista y añadió que «ante una acción, siempre surge una reacción. Y los periodistas, si son vaciados de contenido y esencia por los medios militantes, pueden crear medios alternativos frente a la exagerada polarización. La red permite un juego distinto del convencional. Hay que tener en cuenta que los jóvenes ya pasan más tiempo frente a internet que frente al televisor».

Sobre el uso actual de las tecnologías de la comunicación y su posible aprovechamiento por movimientos terroristas, Castells señaló que «Al Qaeda utiliza poquísimo internet en organización y acción porque sabe que la red está muy controlada. Sí la utiliza como plataforma de difusión. Dejando aparte los terroristas, cualquier movimiento social puede ver multiplicado su ámbito de acción y difusión gracias a los instrumentos de la actual era digital, que deja atrás la era de la información».