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N. DOMBLÀS/J. MESTRE/TORRES BLASCO
Dentro de cincuenta días, ya se sabrá quién gobierna el Parlament, los consells y los ayuntamientos de las Islas. O tal vez no. Tal vez no se sepa nada porque un requisito imprescindible para conocer a los futuros gobernantes el mismo día de las elecciones es que algún partido consiga mayoría absoluta. Pasó en el Govern balear en las pasadas elecciones, en el Consell de Eivissa y en el Ajuntament de Palma, pero hubo que esperar varias semanas de negociación para saber quién gobernaría en el Consell de Mallorca y en el de Menorca.

Aunque PP y UM no hayan presentado aún sus listas, se da por hecho que, en el caso de las candidaturas al Consell de Mallorca, habrá cambios importantes. La fulgurante aparición de Rosa Estaràs como candidata del PP a la institución insular ha obligado a los demás partidos a recolocar sus engranajes. En principio, tan sólo los socialistas habían anunciado su intención de aplicar la bicefalia en las listas: es decir, un candidato al Parlament, Francesc Antich, y una candidata al Consell de Mallorca, Francina Armengol. El resto de formaciones políticas ya había anunciado su intención de repetir candidato, empezando por el propio Jaume Matas, que había dicho en repetidas ocasiones que su intención era encabezar las listas al Parlament y al Consell. Que Maria Antònia Munar encabece las dos listas no significa que Unió Mallorquina haya cambiado de estrategia. Los efectos de la entrada de Rosa Estaràs en la pugna por el Consell pueden precibirse en la confección de las listas. La actual presidenta del Consell ya ha dicho que sus rivales son Jaume Matas y Francesc Antich, no Rosa Estaràs ni Francina Armengol. A los portavoces del Bloc ni siquiera les ha mencionado.

Faltan cincuenta días, menos de dos meses, y los partidos políticos ya están colocados en la parrilla de salida para las próximas elecciones autonómicas y municipales. En algunos casos, el proceso está más avanzado que en otros. Los dos partidos de izquierdas que concurren a las elecciones autonómicas, por ejemplo, ya han completado las listas autonómicas y las candidaturas a los consells, pero para conocer las caras públicas de PP y Unió Mallorquina aún habrá que esperar unos días.

El PP ha cambiado de opinión y, con él, el Bloc. La formación que ha unido a partidos nacionalistas y de izquierdas en las Islas cambió de estrategia tras conocer la presentación de Estaràs como candidata de los populares. El secretario general del PSM, Biel Barceló, como Matas, había anunciado que encabezaría las dos listas. Finalmente no ha sido así y será la representante del PSM Joana Lluïsa Mascaró quien ocupe el primer puesto en las listas al Consell.

Es decir, que Unió Mallorquina será la única formación política en la que la candidata al Parlament sea a su vez la candidata al Consell de Mallorca: Maria Antònia Munar.

Ello quiere decir que el puesto dos de la lista al Consell estará ocupada por uno de los pesos pesados del equipo nacionalista. Dicho de otra forma, es más que probable que el número dos de la lista al Consell no sea el mismo número dos de la candidatura al Parlament. En las filas de UM no se descarta que se presente algún golpe de efecto, quién sabe si alguno de los destacados dirigentes que antes formaban parte del PSM.

A cincuenta días de las elecciones, nos encontramos inmersos en plena campaña electoral, por mucho que el calendario oficial diga que hasta el 11 de mayo no empieza la campaña. Los candidatos ya tienen preparadas sus fotos oficiales y algunos incluso las han mostrado ya públicamente. El programa está en fase de elaboración y la guerra entre los partidos está en punto máximo.

La batalla política ya no se da en el Parlament, que quedó disuelto esta misma semana en un novedoso proceso firmado por el president del Govern, Jaume Matas. Ha sido la primera vez en la historia de la autonomía balear en que el president convoca las elecciones autonómicas. Ha sido gracias a la aprobación de la reforma del Estatut balear, que faculta al president del Govern a disolver el Parlament y convocar elecciones. Matas ha querido que los comicios autonómicos coincidan con los municipales, pero podría haber elegido otra fecha si así lo deseaba.