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El Govern sostiene que el Estado es la Administración más beneficiada con los ingresos que aporta la inmigración. Según los datos recogidos en un informe elaborado por el Ejecutivo balear, en 2005 los inmigrantes aportaron 23.402 millones al conjunto de los ingresos públicos, mientras que originaron un gasto de 18.618 millones. «De este saldo positivo de 4784 millones, resulta que las cotizaciones sociales de las que el Estado es perceptora al 100 por ciento constituyen el 35 por ciento del total. Asimismo, las partidas de IRPF e IVA, participada mayoritariamente por el Estado, suponen el 24 por ciento. Por lo tanto, el Estado ha demostrado los efectos beneficiosos que el fenómeno inmigratorio provoca sobre sus finanzas y ya ha llegado el turno para las comunidades autónomas», sostiene el informe del Ejecutivo, elaborado como consecuencia de la última conferencia de presidentes.

Según el último censo de Balears correspondiente al año 2006, la población inmigrante representa el 16,8 por ciento del total. De los 1.001.062 habitantes de Balears, 167.751 son extranjeros.

En cuanto a los ingresos que genera la inmigración, el Govern destaca que las comunidades autónomas se financian a través de los tributos cedidos tradicionales, IPRF, IVA, e Impuesto sobre Matriculación, Electricidad y Ventas Minoristas sobre Hidrocarburos. «Este reparto es desigual porque en el caso de las comunidades, ante un aumento de la población, los impuestos con mayor potencial recaudatorio son IRPF e IVA, en los que el Estado ostenta un mayor porcentaje de participación». El Ejecutivo destaca que puede incidir «negativamente sobre la capacidad recaudatoria» la hipótesis de un nivel salarial menor de la población inmigrante respecto a la autóctona, así como una mayor tendencia al ahorro. Por lo tanto, el nivel de consumo es un 30% menor.