Los palmesanos, necesitados de lugares de expansión, salieron ayer a conocer la última propuesta en parques diseñada por el Ajuntament de Palma, el Parc de ses Estacions o Parc de l'Estació, un paseo ajardinado al que las casetas de cristal que esconden los respiraderos de los humos de la estación intermodal han robado un buen espacio.
Ya el primer día de estreno, el sábado, el nuevo lugar de recreo se llenó de gente, familias, abuelos, niños y pandillas de jóvenes que acudieron al lugar para conocer la tercera reforma de la zona en una década y quién sabe si la última.
De momento, al igual que sucede en Jacint Verdaguer, el cemento gana al verde y la primera impresión es que, aunque los árboles crezcan, no serán suficientes cuando apriete el calor.
Cuando anochece, el principal atractivo es una fuente de colores con los chorros a ras de suelo por lo que toda la zona que la rodea acaba encharcada de agua, lo que permitirá a los viandantes refrescarse y a los niños ponerse como una sopa.
R.D.
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