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Las elecciones del 27 de mayo están a la vuelta de la esquina y la maquinaria electoral de todos los partidos se pone en marcha con la esperanza de alcanzar esa fecha con la misma sonrisa que lucen ahora los candidatos en las fotos oficiales.

En Mallorca se presentan once listas diferentes, de las que sólo cuatro tienen alguna posibilidad de conseguir representación en las instituciones que optan a la renovación: Parlament, ayuntamientos, Consell y Govern. El resto, pequeñas formaciones atomizadas, apenas lograrán arañar un uno por ciento de los votos. En esta ocasión, como siempre, quienes verdaderamente se la juegan son los cuatro grandes: Partido Popular, PSOE, Unió Mallorquina y el Bloc, que encuadra a los grupos a la izquierda de los socialistas (Izquierda Unida, Els Verds, Esquerra Republicana y PSM). Ésta es una de las grandes novedades de esta cita con las urnas: la izquierda ha unido sus fuerzas con la idea de presentar un rostro y un objetivo común: evitar la mayoría absoluta del PP para, quizá, hacerse con instituciones ahora acaparadas por los conservadores, que en autonómicas y locales suelen hacer su particular «agosto» electoral.

La otra gran novedad es la separación de listas al Govern y al Consell, lo que ha llevado al PP a presentar sus dos candidatos más destacados a ambas instituciones: Jaume Matas y Rosa Estaràs. Ya hay quien se pregunta si la lista única de antaño logrará más o menos votos que las dos por separado. Y también hay quien plantea con morbo cuál de los dos candidatos tendrá más apoyo de los votantes.

Y aquí es donde asoma la tercera gran novedad: todos los partidos han respetado la paridad, por lo que las listas están integradas por hombres y mujeres a partes iguales, algo que ha conllevado ciertas dificultades en algunos casos y que no deja de acarrear polémicas.