Los diseñadores Juanma Torres y Azahara Juaneda, junto a las modelos que lucen sus diseños y Kurt Viaene.

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La séptima edición de la Setmana del Disseny se inició ayer con una mesa redonda sobre la moda y sus implicaciones empresariales, en la que participaron los diseñadores Gori de Palma, Txell Miras, Josep Abril y el empresario Ricard Giró. Todos coincidieron en remarcar la gran profesionalidad y el talento de los diseñadores españoles pero lamentaron la falta de apoyo institucional.

También destacaron la calidad y creatividad de las escuelas de arte y diseño de España, aunque criticaron la falta de contacto con la industria de la moda. «Queremos que la gente se vista con nuestra ropa. No hacemos ropa para llamar la atención, buscar el escándalo o parecer raros. Queremos vender», reconoció Josep Abril. Las instituciones deben entender que «la moda es una proyección cultural» muy importante en la imagen que un país da al exterior, resumió Ricard Giró.

Por la tarde, Risto Mejide, el polémico jurado de Operación Triunfo, expuso su visión sobre la publicidad. La base de nuestro mundo y del sentido de nuestra existencia radica en «la cultura popular». Todas las marcas desean ser imitadas y pretenden reflejar la vida de la cultura popular. La publicidad no es una ciencia exacta, pero utiliza verdades compartidas por el público. Su éxito,-confesó-, se ha basado en adoptar su postura con valor, sinceridad y compromiso.

Sobre los colores de los vitrales del rosetón de la Seu construirán el desfile del Parc de la Mar los veintiséis diseñadores de las Islas consagrados como Tolo Crespí, Francisca Capellá, Xisco Caimari, José Miró junto a diseñadores noveles amenizado por la música en directo de Jaume Compte y su Nafas Ensemble.

Andrés Castaño/J.A.
Foto: J.Torres/P.Bota/J.A.