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S. CARBONELL/N. DOMBLÀS/J. MESTRE
La empresa adjudicataria del hospital de Son Espases, la UTE formada por Dragados, FCC, Melchor Mascaró y Llabrés Feliu, continuaba ayer con las obras de construcción del centro hospitalario a pesar de la orden del Consell de Mallorca de suspender los trabajos en tanto en cuanto un arqueólogo no informe acerca del valor de los vestigios arqueológicos que puedan encontrarse en la zona. «Ni se han parado ni se van a parar las obras», aseguró ayer la responsable de Salut, Aina Castillo. La consellera razonó su decisión en el hecho de que dos arqueólogos designados por el Govern trabajan desde hace una semana en la zona. En breve se redactará el informe que reclama el Consell de Mallorca. Aina Castillo aseguró que no dará la orden de que se paralicen los trabajos dado que el Govern está cumpliendo con lo que marca la Ley de Patrimonio y, por lo tanto, todos los elementos que deban preservarse quedarán protegidos.

El Consell informó de que las obras estaban paralizadas a la espera de que se presente el informe, pero la realidad era muy diferente, como pudo comprobar este periódico: la empresa seguía con los trabajos de construcción, si bien a un ritmo más lento del habitual y en una zona más discreta. Este hecho fue denunciado por los representantes del Bloc, que ayer se desplazaron hasta la zona para comprobar si las obras seguían ejecutándose. Los representantes de la Plataforma Salvem la Real ofrecieron ayer una rueda de prensa para mostrar su satisfacción por la decisión del Consell. Lamentaron, no obstante, que la decisión llegue tarde: según denunciaron, la finca de Son Espases ya ha sido «arrasada» en sus tres cuartas partes e incluso se ha destruido un yacimiento bizantino. Mostraron fragmentos de varias ánforas que ellos mismos han rescatado de la finca.