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J.M./J.T.B.
Partido Popular y Unió Mallorquina deberán decidir en las próximas semanas si acaban con los recelos que siempre ha habido entre ambos partidos o si, por el contrario, se produce la ruptura final. Las relaciones entre PP y UM han vivido momentos de tensión durante la campaña electoral, pero las dos formaciones políticas han convivido casi con normalidad absoluta durante la legislatura.

El pacto entre PP y UM puede resultar fácil o complicado. Depende de sus dirigentes. Por ideología, parece que las dos formaciones políticas tienen más puntos en común que diferencias. Por historia, PP y UM han sido enemigos incluso cuando han gobernado juntos. En UM creen que el PP siempre ha intentado acabar con ellos. En el PP sostienen que UM siempre reclama mucho más de lo que le corresponde por su peso electoral.

La mejor baza que tiene ahora mismo el PP para negociar es Jaume Matas. El candidato popular se ha pasado toda la legislatura elogiando la lealtad de su socia, Maria Antònia Munar. Además, Matas ha sido uno de los pocos dirigentes populares que no ha atacado a UM durante la campaña. Si embargo, Matas también es consciente que un pacto por UM puede ser negativo a largo plazo. Curiosamente, los mismos dirigentes que hace unas semanas atacaban a UM son los que ahora quieren que el presidente solvente las diferencias que pueda haber con Munar. Matas tiene previsto hacer una oferta muy concreta a la presidenta de UM. Si no hay acuerdo, Matas se irá a la oposición, pero no por mucho tiempo. En el PP se iniciará un largo proceso interno que puede ser más traumático, incluso, que el relevo de Gabriel Cañellas. Sólo Matas puede cambiar la historia.