Maria Antónia Munar abraza a Dolça mulet en el Consell. Foto: JAUME MOREY

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NEKANE DOMBLÀS
«No ha sido la mejor decisión personal, pero sí la mejor para las Islas». Maria Antònia Munar dirigió ayer estas palabras al medio centenar de funcionarios y de altos cargos del Consell de Mallorca a quienes ayer visitó para despedirse. Munar acudió por última vez al Consell ya en su nueva condición de presidenta del Parlament. Fue recibida con una sonora ovación que llegó a emocionarle.

Venía de la Cámara balear, donde acababa de reunirse con los representantes de los partidos políticos para proponer el nombre del nuevo president. Por el camino, acompañada por Bartomeu Vicens, se encontró con dos representantes de ERC, Bernat Joan y Esperança Marí, a quienes saludó afectuosamente.

Fue su primer día como presidenta del Parlament, pero también quiso dedicar un tiempo a quienes han estado con ella en la institución insular a los largo de los últimos doce años. Maria Antònia Munar hizo balance de las tres legislaturas que ha estado al frente del Consell de Mallorca y recalcó que, en esta ocasión, con el nuevo acuerdo con la izquierda, han optado «por lo más difícil».

Aseguró que ahora ha llegado el momento de que llegue gente nueva a la institución, con nuevas ideas y nuevas ilusiones. «Ya había dado todo lo que era capaz de dar», dijo Munar quien afirmó que su reto será ahora conseguir el despliegue del nuevo Estatut d'Autonomia. «Os añoraré muchísimo», dijo.

Los dos vicepresidentes de la institución insular, Miquel Nadal y Dolça Mulet, le entregaron un cuaderno azul encuadernado en tela el que cerca de un centenar de cargos y funcionarios del Consell han escrito una dedicatoria dirigida a Munar. La presidenta recibió además como recuerdo de despedida una escultura de Sarasate.