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La decisión del presidente del Gobierno estatal, José Luis Rodríguez Zapatero, tras el Debate sobre el Estado de Nación el pasado martes en la que anunció la decisión de entregar 2.500 euros en concepto de ayudas a los padres que tengan un hijo a partir del tres de julio tenía la firme intención de fomentar la natalidad y apoyar la familia.

Un anuncio que fue recibido con una inmensa alegría por muchos padres, que veían desde una doble perspectiva de entusiasmo: por el nacimiento de su hijo y, además, con una pequeña ayuda no esperada, «que nunca viene mal».

Así, muchos padres con hijos a partir de esa barrera que es el día tres de julio, veían la ayuda del Estado como una oportunidad para poder pagar muchas cosas que tenían pendientes o, para soñar incluso, con adelantarse al pago de la escoleta para el pequeño cuando la madre se vuelva a incorporar al trabajo. Pero, también, hay niños que han nacido un par de días antes, incluso unos minutos antes, que por no haber nacido en la fecha indicada en el discurso de Rodríguez Zapatero, se han visto privados de esta ayuda que, como indican todos los padres encuestados, no soluciona nada pero «bienvenida sea».

Por ejemplo, el pequeño de Aguas Santas Hernández, al que han llamado Juan Manuel, se queda sin recibir, por el momento, esta ayuda económica de 2.500 euros porque, al tener que haberle practicado una cesárea a Aguas en la Clínica Rotger, llegó al mundo sano pero, 20 minutos antes de las 0.00 horas del día tres de julio.

Así la madre de Juan Manuel considera una excelente idea la de que los padres reciban este dinero ya que puede llegar a fomentar la natalidad y, «equipara a España, con otros países de Europa bastantes más adelantados en este tipo de ayudas» asegura.

Al verse excluídos de este posible ayuda, Aguas se muestra inflexible «me parece ridículo poner una fecha límite para recibir este dinero, sobre todo sin son veinte minutos como Juan Manuel, aunque una madre que haya tenido a su hijo el domingo dirá lo mismo» explica.

Por su parte, Toni García y Esperanza Fuertes son padres primerizos desde el sábado 30 de junio, cuando nació Hugo (y que todavía sigue en la incubadora) aseguran que cualquier ayuda es buena porque tener un hijo en la actualidad «es muy caro».

Confiesan que les «da rabia» saber que Hugo no podrá recibir la prestación de 2.500 euros, aunque creen que este dinero no arregla nada y abogan porque se aumente el tiempo de excedencia a las madres trabajadoras con hijos.