Del azul al neutro sin pretensión

Las 'féminas no intentaron sentirse reinas por un día' compitiendo en elegancia con aquellas conselleres a quienes relevan en sus despachos y en la imagen pública. La mayoría de ellas afirmaron llevar un traje chaqueta de 'hace años', comprar en la tienda de su pueblo natal o combinar rebajas de marcas de renombre con camisetas de grandes almacenes. Cierto es que, sea como sea, las chicas estuvieron a la altura de las circunstancias y apostaron por la sobriedad y la elegancia de lo sencillo. Alguna destacó por su elegancia innata, otra por 'demasiado' y ninguna por 'demasiado poco'.

Margarita Nájera, Mercè Amer y Fina Santiago optaron por los colores blanco o crudo, muy adecuados para un acto matutino veraniego.

Francisca Vives, consellera de Comerç i Indústria, afirmó comprarse la ropa en las tiendas de su Inca natal o en boutiques de sa Pobla y no prestar importancia a la imagen si no a la eficacia. Vestía en tonos marrones, lucía gafas 'fashion' de marca y llevaba las uñas pintadas de lila. Se le adjudica el título de 'la más moderna'.

María Àngeles Leciñena, consellera d'Interior, optó por el color rosa y bolso con plumas de colores a juego con los zapatos. 'Me he vestido de rosa porque me dicen que me proporciona luz y dulzura al rostro'. Junto a Bárbara Galmés será, sin duda, de las más seguidas por los cronistas expertos en moda.

Bárbara Galmés, muy elegante en la toma de posesión de Antich, mostró la elegancia innata que posee vestida en un color no demasiado acertado por la hora del día. Quien sí sabe bastante de protocolo es quien coordinará los distintos departamentos desde la Conselleria de Presidència. Albert Moragues vistió ayer de gris 'porque es mediodía' y corbata verde pistacho 'el color de este verano'. Se olvidó el 'clinex' para secar su sudorosa frente.

Elegante Albert Moraques como Miguel Àngel Grimalt y Francesc Buils. Algunos consellers confesaron vestir la ropa que sus esposas compraron para la ocasión. Mateu Cañellas llevaba la corbata que la teniente de alcalde Cristina Cerdó le eligió para resaltar su físico. Vicenç Thomás, que vestía camisa y corbata rosas 'por primera vez en mi vida pero es lo que me han puesto', necesita pasar por la peluquería.

Carles Manera, como siempre, lucía atuendo y porte de político catalán de Catalunya. Su esposa, la más elegante. Un Versace es un Versace y si se combinan bien los colores, estivales y favorecedores, el éxito está servido. Comenzó la competición.