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Los antiguos consellers y los nuevos cumplieron el trámite del traspaso de poderes con tranquilidad y mucho talante. Ninguno de los consellers salientes dejó de atender a sus predecesores para cumplir con el protocolo, aunque en la anterior legislatura alguno abandonó el despacho antes de hora. Dos de las antiguas conselleras tuvieron que atender a sus predecesores por partida doble. Mabel Cabrer se reunió con Jaume Carbonero y Biel Vicens, mientras Rosa Puig recibió en su despacho a Josefina Santiago y Mateu Cañellas. Berto Moragues se trasladó hasta el antiguo edificio de Vicepresidencia para reunirse con Rosa Estarás, quien fue la encargada de coordinar todo el traspaso de poderes con los consellers salientes. Estarás y Antich habían pactado el viernes que el traspaso se produciría después de la toma de posesión de los nuevos consellers, entre las 13 y 14 horas.

Algunos de los ex consellers, como es el caso de Rodríguez, atendió a Angeles Leciñena acompañado por integrantes de su antiguo equipo. Lo mismo ocurrió con Aina Castillo, que se reunió con Vicenç Thomàs acompañado por uno de sus ex directores generales. En estos momentos todavía falta por concretar qué sedes tendrán el nuevo conseller de Esports i Joventut, Mateu Cañellas, y Jaume Carbonero, conseller del Habitatge. Es previsible que Jaume Carbonero se instale en el edificio situado en la calle La Palma, actual sede de la Direcció General del Habitatge, y que Cañellas pueda utilizar la sede que deja vacante Encarnación Pastor, ex consellera d'Immigració. Sin embargo, desde el Ejecutivo explicaron ayer que las sedes definitivas se concretarán durante los próximos días.