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esde las 18.30 de la tarde y hasta entrada la noche de ayer Santa Maria acogió los Jocs Populars, uno de los momentos del verano más esperados por todos los jóvenes del pueblo. La fiesta, que recupera juegos de antaño como las carreras de sacos, el aro o el salto a la comba empezó en la Plaça Hostals, donde se inició la rivalidad entre colles que se iban lanzando agua o alcohol mediante pistolas u otros utensilios más sofisticados como una olla al más puro estilo Astérix y Obelix. Desde allí todas las colles fueron desfilando al ritmo de la fiesta hasta la Plaça del Mercat, donde tuvo lugar el combate final que enfrentó mediante pruebas a los jóvenes de todo el pueblo. Como cada año la participación en los Jocs Populars de Santa Maria fue máxima. Los jóvenes de todas las edades se agruparon la semana pasada en 21 colles con colores asignados y con nombres tan originales como Xiquets, Desastres, Mopis, Un pok de sang, Carabassots, Entemuts, Xoriguers, Nousabem o Moixons, entre otros. Sobre las 19 horas empezó el combate. La organización fue disponiendo el orden de las pruebas y, entre risas y alboroto, el público contribuyó a animar aún más la tarde. El concurso incluyó una parte de preguntas y otras pruebas de rivalidad. Hasta la medianoche no se terminaron de puntuar las pruebas y conocer la colla vencedora. En cualquier caso la diversión no faltó. l M.Medrano (texto y fotos)