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El infarto agudo de micoardio produce la muerte de gran parte de las células del corazón afectadas. Los pacientes que han sufrido un infarto tienen el corazón lesionado en relación al tamaño de infarto que hayan tenido. Si el infarto es grande, el músculo del corazón pierde fuerza y el paciente fallece al cabo de pocos años por insuficiencia cardíaca.

Así lo explicó ayer el doctor Alvaro Merino, coordinador del Instituto Cardiológico de la Clínica Rotger, en el transcurso del acto de presentación del estudio que la Clínica Rotger y la Fundació Banc de Sang i Teixits de les Illes Balears están llevando a cabo gracias a un acuerdo de colaboración firmado con el fin de realizar estudios de regeneración miocárdica empleando células madre adultas.

La presentación del estudio se llevó a cabo en la Clínica Rotger y en la misma estuvieron presentes el doctor Merino, acompañado del doctor Antoni Gayà, director de la Fundació Banc de Sang i Teixits de Balears, que depende de la Consellerai de Salut i Consum, además de los responsables de la clínica, Fernando Rotger y Rosa Regi.

El citado acuerdo incluye la realización de un estudio -pionero en las Islas y de los primeros que se realizan en el Estado español- sobre la implantación de las células madre en pacientes de las Islas, con infarto agudo de miocardio.

De momento, tal y como explicó el doctor Merino, cuatro pacientes ya han participado en el estudio, dos de ellos han sido tratados con células madre y la idea es que en uno o dos años se habrán atendido, en base al estudio, unos 60 pacientes.

Esta iniciativa clínica incluye a pacientes que han tenido un infarto agudo de miocardio y que, voluntariamente, han deseado participar en el estudio.
El beneficio que se espera obtener con este estudio es que, al aumentar considerablemente el número de células que circulan por la zona dañada, la recuperación del corazón sea mayor.

Por otra parte la ventaja de este protocolo sobre otros que ser realizan en el Estado español y en Europa es que las células se obtienen por una punción venosa, en lugar de realizar una punción ósea para obtenerlas de la médula ósea, que es más traumática.