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La jornada dominical estuvo ayer marcada por las altas temperaturas y mucho bochorno, hecho que propició que fueran muchos los que se acercaron hasta la playa o la piscina para pasar el día, o como mínimo para darse un chapuzón. Los termómetros llegaron a marcar casi los 35 grados en la zona de sa Pobla, lo que unido a la fuerte humedad reinante hiciera difícil el aguantar a pleno sol. Muchas de las playas de la Isla, en particular las más cercanas a Palma se vieron muy concurridas.

Sólo los más ávidos de sol aguantaban sobre la arena, la inmensa mayoría alternaba la sombra de la sombrilla o del chiringuito con la visita al agua para refrescarse. Los más pequeños dejaron por unas horas la pala y el cubo y optaron por los juegos dentro del agua. No fueron los únicos Ya entrada la noche hizo acto de presencia la lluvia, que alivió un poco la atmósfera.

R.D.