El Govern balear estudia la posibilidad de construir en las Islas una residencia para grandes discapacitados o «adaptar» una de los inmuebles residenciales ya existentes para poder paliar la falta de camas para las personas que no disponen de movilidad y que, por lo tanto, son grandes dependientes.
Así lo afirmó ayer la consellera d'Afers Socials, Promoció i Inmigració, Fina Santiago, acompañada del director general de Servicios Sociales, Andreu Horrach, al explicar los pasos que llevará a cabo la administración autonómica para la puesta en marcha del centro Joan Crespí.
Santiago reconoció la falta de plazas residenciales para los grandes discapacitados y afirmó que cada año se producen 4 o 5 nuevos casos de personas que, en su mayoría por accidente, pierden su movilidad -parapléjicos, tretapléjicos- y que inicialmente suelen ser tratados en los centros especializados de Toledo o Barcelona.
Por otra parte la consellera explicó que el centro Joan Crespí para grandes discapacitados, ubicado en la calle de la que el inmueble recibe su nombre, estará terminado de construir en diciembre de este año y alcanzará su pleno funcionamiento en «abril o mayo de 2008». El centro que fue inaugurado por el Govern de Jaume Matas, contando con la presencia de la reina doña Sofía, el pasado día 2 de marzo, cuenta con un presupuesto total de 9 millones de euros, aunque inicialmente estaba previsto que costaría algo más de 7 millones de euros, tal y como reconoció ayer Santiago.
Retraso
La consellera afirmó que el retraso de las obras se ha debido a diversos motivos, como la plena adaptación del centro a la accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas o a la protección patrimonial de su fachada.
Resaltó que «lo chocante» de esta situación es la inauguración del centro en marcha cuando el anterior Govern «tenía previsto que las obras concluyera en noviembre de este año», puntualizó.
El centro interinsular Joan Crespí que estará gestionado por la Fundación para la Atención a la Dependencia y Fomento de la Autonomía Personal de las Islas, dispone de 8 plazas residenciales rotatorias, a través del programa respiro que permitirá a las familias confiar al paciente para que sus cuidadores puedan gozar de algunos día de descanso y además contará con 30 plazas en su centro de día.
La previsión del Ejecutivo autonómico es que cuando el centro esté en marcha reduzca la estancia ambulatoria en los hospitales de la Península, estimada en unos 180 días, y permitirá que la rehabilitación posterior se lleve a cabo en Mallorca.
El centro ofrecerá, además, ayuda técnica para la promoción de la autonomía con el fin de sensibilizar sobre accidentes, adaptación y accesibilidad de las personas con grandes discapacidades.
Por otra parte Santiago dijo que el centro de la calle Sant Miquel se pondrá en marcha en septiembre.
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