Los monitores arrastran con sus zódiacs las embarcaciones hasta un punto de salida en el que 'sueltan' a los chicos y a partir de ahí son ellos los que dirigen los barcos sin nada más que el viento.

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Desde hace más de 30 años la Escuela de Vela Cala Nova, famosa por haber enseñado el arte de la navegación a las infantas Elena y Cristina y al príncipe de Asturias don Felipe, lleva instruyendo a niños y niñas en el bello arte de la navegación con embarcaciones de vela.

Situada en la privilegiada zona de San Agustín, muchos jóvenes pasan sus veranos en esta escuela de vela en la que aprenden a navegar y a perderle el miedo al mar en las diferentes embarcaciones que pone a su disposición la escuela, a la vez que conocen gente nueva y se divierten. Los niños y niñas, que suelen tener entre siete y doce años, comienzan sus jornadas lectivas sobre la navegación a las diez y media. En un aula de la escuela los monitores instruyen a los jóvenes acerca de un elemento indispensable: el viento.

Durante una hora, aprenden a identificar los vientos, explican las maniobras sobre cómo aprovecharlos y responden a preguntas sobre las lecciones pasadas.

Lo mejor, en opinión de los alumnos, viene después, poder hacerse a la mar.