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Casi a punto de tirar a toalla, dimos con él. Narcís Serra se disponía a leer un rato, a la sombra. Tampoco él daba mucho crédito al vernos aparecer por allí. Porque, ¿saben? Narcís ya no veranea, ni tiene su zodiac donde antes. Ha cambiado de casa y de puerto. Y como no es ministro, ya no tiene la escolta frente a su domicilio, por lo que no es fácil dar con él.

«No tengo nada que contar -nos dijo, al vernos-, a no ser que hablemos del tiempo». Pues hablemos del tiempo, le dije, sabiendo que al final habríamos de política, de apagones, de cambios y hasta del Barça.

Porque el actual presidente de la Caixa de Catalunya, además de excelente conversador, es persona que puede hablar de muchos temas, sobre todo políticos. Fue conseller de la Generalitat ( 1977-79), alcalde de Barcelona (179-82), Ministro de defensa (1982-91), Vicepresidente del Gobierno 1991-95), además de primer secretario general de PSC (1996-2000), lo cual no es poco.

La primera vez que vino Mallorca de vacaciones fue en el 79, a poco de haber sido nombrado alcalde de Barcelona «y, ya ve, dentro de dos años hará treinta que venimos por aquí en los veranos».

Reconoce que su vida, ahora, es mucho más tranquila que cuando se dedicaba a la política, «aunque tal vez trabaje igual, o más, ya que tengo bastantes responsabilidades que requieren su tiempo. La Caixa de Catalunya requiere mucho tiempo -matiza-, al igual que la Fundación Cidob que presido, así como el Instituto de Estudios Internacionales que cree, que para arrancarlo ha llevado su tiempo. También estoy en el Museo de Arte de Catalunya. Como verá, son bastantes cosas, pero que se hacen sin la tensión que tienes en la vida política».

En cuanto a viajar, «puede que también viaje tanto o más que antes. Este año, entre América del Norte y del Sur, he cruzado seis veces el Atlántico, ya que formo parte del Consejo de Telefónica Internacional y también de los consejos de Chile y de Brasil Y es me obliga a viajar
Sobre los apagones de Barcelona, Serra, que fue alcalde de la Ciudad Condal, se muestra muy diplomático. «Los alcaldes tienen mucha posibilidades de resolver problemas, y de hecho, creo, que el de Barcelona ha resuelto muchos, además de haber mejorado mucho y de haber creado el marco ideal de la calidad de vida, pero... Hemos de preocuparnos todos de la calidad de los servicios públicos, de la misma manera que nos hemos de preocupar de la calidad de la enseñanza, en vez de la cantidad; de la misma manera, debemos preocuparnos de la calidad de la asistencia sanitaria en vez de la cantidad, porque asistidos ya estamos todos». También saca a relucir su diplomacia a la hora de señalar a los culpables de estos apagones: «Ese tema lo debaten en el Parlament y ya está en la prensa, por lo que creo que cada ciudadano ya se ha hecho su opinión sobre el mismo. No es la primera vez que hay un apagón, en verano, en Barcelona, por lo tanto, y con independencia de como haya ido el debate esta semana, pienso que todos tienen que reflexionar para evita que esto vuelva a suceder en el futuro».

Ni que decir tiene que Serra está al corriente de lo acontecido recientemente en el Líbano, que ha costado la vida a seis militares españoles. «Cada vez más, nuestra política exterior, es mas de Europa, lo cual le va a exigir un papel muy distinto al de hasta ahora. Nuestras fuerzas armadas ya no están para defender nuestras fronteras, pues no vamos a tener ningún conflicto, ni con Francia ni con Portugal. Por lo tanto, están para esa misión que tiene Europa en el mundo y que no es otra que la de resolver y prevenir conflictos, como lo que se está llevando a cabo ahora, con muchas dificultades, en el Líbano, y al mismo tiempo ir convenciendo a Estados Unidos que los conflictos con otros países se resuelven con e diálogo y no con la guerra».

Sale a colación, por último, el cambio político que se ha producido en les Illes. «Hombre, en este tema yo no soy neutral. Pero, pretendiendo serlo, le diré que la alternancia es buena. La política requiere alternancia, ideas nuevas, caras nuevas; que gente nueva tenga responsabilidades... Hay gente que no lo cree, pero en el 96, cuando perdimos por muy poco las elecciones, a pesar de que quiero que sean los socialistas los que gobiernen, aquello era conveniente. ¿Por qué? Porque la alternancia consolida la Democracia, la hace más sana. En cuanto a Baleares... Bueno, está demostrado que no es fácil gobernar entre seis, pero aquí hay una persona que tiene prestigio, que tiene experiencia, que es Francesc Antich. El es la garantía de que ésto saldrá bien».

Pedro Prieto