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LL.P. El portavoz del PP balear, Miquel Ramis, ha conseguido abrir el debate sobre la situación interna del partido después de la marcha del president Jaume Matas, pero no dispone en estos momentos de ningún apoyo para forzar un adelanto de la fecha del congreso regional para escoger al sucesor, fijada desde la dirección estatal para octubre de 2008.

Los llamados «barones»» del PP durante el mandato de Matas mantendrán su apoyo a Estaràs para dirigir el partido desde la figura de coordinadora hasta la cita congresual. Las órdenes de Génova, escenificadas con dos visitas de Àngel Acebes a Palma este verano, son las de aguantar la situación hasta después de las generales y ninguno quiere romper la disciplina.

La situación convulsa del partido se tratará el lunes que viene en la reunión del comité de dirección del PP, órgano en el que están presentes todos: Rosa Estaràs, Jaume Font, Joan Flaquer, Pere Rotger, Catalina Cirer, Miquel Ramis, Mabel Cabrer, Fernando Rubio, Josep Juan Cardona, Juan Manuel Lafuente y los representantes del llamado G-10, los líderes en los diez municipios con más habitantes de las Islas. Además de la situación interna, el PP deberá comenzar a preparar el contenido de la convención convocada en octubre por Estaràs para intentar clarificar el futuro con las bases del partido. Ramis ha apostado abiertamente para avanzar el proceso de elección del nuevo presidente del PP balear y acabar con la bicefalia en la dirección del partido encarnada en Estarás y el secretario general, José María Rodríguez, situación con la que se ha mostrado muy crítico porque considera que provoca desconcierto y una falta de estrategia definida entre las filas populares. Aunque se trata de una sensación generalizada y compartida entre muchos dirigentes, ningún miembro de la cúpula del PP se ha significado en la misma línea y, dado que casi todos ellos son aspirantes en la carrera para sustituir a Matas en la cúpula del partido, ninguno quiere dar este paso para no verse perjudicado.