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S.CARBONELL Las escuelas de verano de la Associació de Mares de Discapacitats de Balears (Amadiba) celebraron ayer su fiesta de clausura en un acto que contó con la presencia de la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol; el conseller de Salut i Consum, Vicenç Thomás; la consellera d´Afers Socials, Fina Santiago; yla alcaldesa de Palma, Aina Calvo.

Amadiba atiende, en la actualidad, en sus escuelas de verano a unos 150 chicos y chicas disminuidos psíquicos.
Los cursos de verano se han llevado a cabo del 2 de julio hasta ayer, 31 de agosto, en varios centros escolares en el C.P. Camilo José Cela (Palma), donde ayer se celebró el acto de clausura, en Inca, Llucmajor y Santa Margalida, y como cada año se ha transformado en un espacio de ocio y diversión para las personas que forman parte del gran colectivo que es Amadiba.

Las citadas escuelas de verano de Amadiba están orientadas a conciliar la vida laboral, social y de pareja de la familias y para poder hacer disfrutar a todos los participantes, en estos meses de calor, de actividades lúdicas y deportivas, como la playa y la piscina junto con sus amigos y cuidadores.

Los cursos, que fueron clausurados ayer, se han llevado a cabo de 9 a 17 horas, de lunes a viernes.
Tal y como destacó la presidenta de Amadiba, Elvira Jiménez, «el servicio que ofrecemos permite a las familias con hijos que padecen de alguna discapacidad tener una vida más normalizada».

La asociación recibe el apoyo de diferentes ayuntamientos como Palma, Inca, Santa Margalida, Llucmajor, Ses Salines y de la Mancomunitat del Nord, además del apoyo del Govern balear con la presencia en el acto de clausura de varios consellers, del Consell de Mallorca y de Cort.

La fiesta de clausura consistió en un emotivo acto en el que los chicos y chicas que participan en las escuelas de verano mostraron las actividades realizadas durante el curso en presencia de las autoridades.

La asociación Amadiba, de gran prestigio en las Islas y fuera de nuetras fronteras, recibió el pasado mes de enero de manos del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, la Medalla de Oro al Mérito al Trabajo que fue dedicado a las «personas con discapacidad que se esfuerzan día a día por vivir su vida con normalidad», dijo Jiménez.