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in ningún incidente digno de mención se celebró ayer por la mañana en Fornalutx el tradicional correbou de las fiestas. El toro bravo 'Vitube', de 300 kilos de peso y una cornamenta digna de respeto, llegó a las ocho en punto a s'Alqueria donde fue recibido por un puñado de personas y desde donde, como manda la tradición, inició el paseo por las calles de la Villa acompañado de la música de los xeremiers y fabiolers. Esta edición de la fiesta empezó con algo de retraso, lo que no hizo más que aumentar las expectativas de la juventud que esperaba impaciente la corrida y que no fueron defraudados. Tal vez debido a que, este año, la fiesta se celebraba en día laborable, el número de participantes fue menor que el de ediciones anteriores y, como ya se ha hecho costumbre, fueron sobre todo jóvenes los que participaron en el correbou.

Las camisetas alusivas a la fiesta fueron una vez más el vestuario oficial de los corredores. Quien más quien menos, quiso dejar constancia de su paso por la fiesta llenando de firmas y grafittis el vestuario "y las carnes" de los otros participantes. 'Vitube', un toro bravo de nombre poco «tradicional» pero con mucha fuerza y genio no lo puso nada fácil y "pese al supuesto control que proporcionan las cuerdas con las que los miembros de la organización controlan el animal" algunos de los más osados estuvieron más de dos veces en el punto de mira de la cornamenta del animal.

Ll García/M. Joy