«Parece que los moros han llegado». Con estas palabras, medio en broma medio en serio, un miembro de la brigada de obras de Can Picafort en el municipio de Santa Margalida, daba aviso ayer a las siete de la mañana del hallazgo de un viejo velero a la playa de en cuyo interior se hallaron varias botellas etiquetadas en árabe.
Tras las primeras pesquisas policiales intervino la Guardia Civil que dio orden a los responsables municipales de no tocar la embarcación hasta investigar los hechos. La policía judicial recogió pruebas durante buena parte de la mañana mientras un helicóptero peinaba la bahía para tratar de localizar a los ocupantes de la embarcación.
El mal estado del velero, que fue retirado por una grúa cerca del mediodía, complica la hipótesis de que pudiera llegar a Can Picafort con personas en su interior.
Los responsables municipales barajaban ayer varias posibilidades, de una parte, que un barco nodriza cargado con varias barcas sin motor (como la hallada en Can Picafort) pudiera haber descargado inmigrantes en algún punto de la bahía de manera que el velero hallado en Can Picafort no habría seguido un gran recorrido. Otra de las hipótesis que se plantean es que se trate de los restos de un naufragio o de una patera que haya descargado o naufragado a unas cuantas millas y que el mar hubiera arrastrado ayer hasta la costa.
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