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El president del Govern, Francesc Antich, afirmó ayer que «cree», «espera» y «desea» que ninguno de los consellers y conselleras de los partidos del Bloc presenten su dimisión.

El Govern de Antich incluye representantes de dos partidos del Bloc (PSM y EU) que se han desmarcado formalmente de la decisión de reanudar en Son Espases las obras del futuro hospital de Palma.

«Valoro la labor de todos los consellers del Bloc que siguen en su puesto al pie del cañón», dijo ayer el jefe del Ejecutivo autónomo en Son Moix, donde acudió con el ministro Joan Clos y una amplia comitiva institucional a visitar los daños causados allá por tornado que pasó por Palma el pasado jueves y que consiguió amortiguar, al menos mediáticamente, la tormenta que supone para izquierda que la primera decisión importante y definitiva del nuevo Govern sea retomar un proyecto iniciado por el anterior.

Todos los partidos del Govern admiten que la situación es difícil. Saben que la división manifestada en este asunto llevará al PP a profundizar en su teoría de partidos que van a lo suyo y que no se entienden.

Dirigentes de EU que ayer participaron en Madrid una reunión del Consejo Político de Izquierda Unida tuvieron ocasión de comentar la jugada.
Esquerra Unida apuesta por el pragmatismo. Alguien tan significado en la dirección de EU (y también de IU), Manuel Cámara, que «nosotros no tenemos la mayoría en el Govern y tenemos que respetar la decisión de la mayoría».

Aunque el Consell de Govern no votó formalmente la continuidad de las obra de Son Espases, el reparto de fuerzas es claro. Cámara admite la contradicción en que está sumida la izquierda por este asunto.

EU abrirá un debate, de hecho lo ha abierto ya sobre si tiene sentido seguir en el Govern. Al igual que en el PSM se ven más ventajas que inconvenientes. Manuel Cámara considera que esta contradicción entre lo que decían en el programa (no a Son Espases) y lo que ha decidido el Govern (sí a Son Espases) aún puede ser asumible si el Ejecutivo cumplía con el resto de compromisos. Y añadía: «Sólo cuando las contradicciones se hacen imposibles vienen las dimisiones».