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La Sección Segunda de la Audiencia de Palma ha ordenado al titular del Juzgado de Instrucción 6 de Palma que «continúe las actuaciones» contra un conocido médico cirujano de Palma imputado por un supuesto delito de imprudencia profesional tras operar a un menor de 21 meses. La intervención consistía en cortar la vena yugular, externa o interna, para luego implantar un catéter.

El cirujano «se equivocó al elegir la vena (del brazo derecho del niño), seccionó las terminaciones nerviosas C-5 y C-6, y luego suturó los nervios con hilo sin avisar de lo que había hecho,», según los querellantes. El menor sufrió una parálisis plexo- braquial de la que tuvo que ser intervenido, más tarde, en Francia.

El tribunal revocó el auto de archivo dictado por el juez al estimar en parte un recurso presentado por los padres del menor, defendidos por la letrada Isabel Alemany, del Bufete Esteban Siquier Abogados. A esa decisión de sobreseimiento de la causa se había unido el Ministerio Fiscal, que no apreció la comisión de delito alguno por parte del médico.

Sin embargo, el auto del tribunal, del que fue ponente el magistrado Diego Jesús Gómez-Reino, concluye que «tras detenido examen de los ocurrido, se concluye que no cabe descartar en este momento la existencia de imprudencia penalmente relevante en la actuación del cirujano querellado».

La madre del menor, Carmen Salinas, explicó a este diario que sólo pide «justicia» tras el calvario que ha pasado. «Era una intervención sencilla, pero mi niño no mejoraba. Intentaron convencerme de que no movía su brazo por una cuestión 'postural', y después, me dijeron que había nacido así. Me tomaron por loca, pero yo busqué especialistas en internet hasta que di con uno en Francia que encontró a mi hijo con dos nervios cortados y cosidos de mala manera. Una auténtica chapuza", dijo. La defensa del médico recordó en la vista en la Audiencia que el menor presentaba una patología tumoral que pudo dificultar la implantación del catéter por la existencia de venas obliteradas.