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l Govern presentó ayer su primer proyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Comunitat Autònoma para el próximo año, un documento en el que deben quedar plasmadas las verdaderas intenciones del Ejecutivo de coalición que preside Francesc Antich. Por desgracia, la comparecencia de la portavoz y del conseller d'Economia, Margarita Nájera y Carles Manera, respectivamente, no ha aclarado el contenido real de las previsiones financieras del Govern ni su orden de prioridades, sólo se han dado a conocer algunas generalidades que cabe suponer se irán concretando en el transcurso de la tramitación parlamentaria de los presupuestos.

Con un incremento del 14'82 por ciento, hasta alcanzar la cifra de 3.323 millones de euros, y el compromiso de aumentar un 25 por ciento la inversión, el Govern ha dado -después de lo que se intuye como una dura batalla interna- el visto bueno a los presupuestos para el 2008. Sin embargo, Nájera y Manera se limitaron a anunciar diferentes incrementos en las partidas presupuestarias pero sin detallar de qué proyectos se trataba o, lo que todavía resulta más difícil de comprender, cómo se podía mantener una escalada tan importante en el gasto si, tal y como se denuncia, la situación heredada de las arcas autonómicas es desastrosa.

No puede decirse que los primeros presupuestos de la legislatura hayan comenzado su andadura con buen pie. Demasiada precipitación, mucha confusión y falta de concreción en lo que es el documento que tiene que validar los compromisos políticos del Govern que preside Francesc Antich, el cual, en el inicio de su andadura, evidencia algunas tensiones internas que en nada benefician la necesaria unidad de acción exigible a un compromiso político de cuatro años.