TW
0

La consellera portavoz del Govern y titular de Treball, Margarita Nájera, compareció ayer dos veces ante los medios de comunicación. La primera, en la habitual rueda de prensa que se celebra los viernes al mediodía. Allí informó de que se había dado una «situación muy difícil» y que había «tensiones» entre las diferentes conselleries por lo que no se habían podido aprobar los Presupuestos de 2008. La segunda, pasadas las cinco y media de la tarde. Acompañada del conseller d'Hisenda y para decir que los Presupuestos habían sido aprobados tal y como habían sido presentados por el conseller.

Nájera, por la mañana, se vio desbordada durante la comparecencia ante los medios. Incluso, por un error, las «notas» que le pasan sus asesores para responder a las preguntas aparecieron, a la vista de los periodistas, en una pantalla montada inicialmente para proyectar un powerpoint con las grandes cifras de los Presupuestos. Un conseller estaba al otro lado de la puerta de la sala de prensa y otro grupo de periodistas esperaba una comparecencia de Carod Rovira que, en esos momentos, se estaba reuniendo con Antich. La rueda de prensa acabó sin que se aprobaran los Presupuestos, las agencias difundieron la noticia y el PP lanzó un comunicado aludiendo a la «falta de liderazgo» del president.

Horas después se informaba de que, finalmente, se había conseguido cuadrar los Presupuestos y de que se celebraría una nueva rueda de prensa. El conseller d'Hisenda, Carles Manera, afirmó que el proyecto se había aprobado y que se mantenían las cifras previstas para los diferentes departamentos. El conseller aludió en varias ocasiones a que «la herencia recibida» y la caótica situación financiera que dejó el Govern del PP había obligado a ajustes de última hora pero que no existía enfrentamientos entre conselleries.

Todas las conselleries han visto recortadas sus previsiones iniciales. Por la mañana, y según el relato hecho a este diario, varios consellers y conselleras mostraron su oposición a que sus departamentos fueran los que sufrieran el recorte.

«Todas las conselleries han mostrado su malestar pero ha sido un malestar con el anterior Ejecutivo», dijeron a este periódico desde el Govern balear.
Algunos consellers no llegaron a enterarse de lo sucedido en la sala de prensa. Desde Hisenda se rechazó efectuar cualquier valoración sobre la estrategia de comunicación del Govern. Nájera, preguntada al respecto en su segunda rueda de prensa, intentó quitar hierro al asunto.

Horas después, desde el Ejecutivo se insistió en que las partidas habían quedado cerradas. Así y todo, Carles Manera dejó en el aire la posibilidad de que las cuentas de ayer pudieran ser enmendadas durante la tramitación parlamentaria. Algunos portavoces de los partidos dijeron que entraba dentro de los posible.

Fuentes de la Conselleria de Manera explicaron que las cuentas ya habían sido discutidas en reuniones anteriores y que todos habían hecho muchas renuncias. «Es muy complicado resolver un sodoku con esta deuda», llegó a decir el conseller.