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L.MOYÀ Un equipo especial de la Guardia Civil vigila en la actualidad las más de cincuenta mezquitas que hay en Mallorca, cuatro de ellas en Palma. El objetivo es controlar cualquier tipo de actividad relacionada con el terrorismo islámico. Es probable que, tras la sentencia del 11-M, que se hizo pública el martes pasado, la vigilancia se haya intensificado.

Responsables de asociaciones musulmanas de Mallorca ya criticaron en 2004 la decisión del por aquel entonces ministro del Interior, José Antonio Alonso, de controlar y vigilar para que no se produzca un aprovechamiento de la libertad religiosa en las mezquitas y otros lugares de culto para fines terroristas.

La Audiencia Nacional estableció el pasado miércoles que los atentados del 11-M fueron obra de «células o grupos terroristas de tipo yihadista», pero no encontró pruebas suficientes para condenar a ninguno de los acusados como autor intelectual de la masacre. La sentencia absolvió a siete de los procesados (otro más fue exculpado durante el juicio) y condenó a otros seis a penas sensiblemente inferiores a las solicitadas por la Fiscalía. Sólo dos de los procesados, Jamal Zougam y Otman El Gnaoui, fueron considerados autores de los atentados. La sentencia podría haber hecho que aumentara la vigilancia a las mezquitas del país, entre ellas las de Mallorca.

Centro Islámico
Desde 2006, Palma cuenta con el primer Centro Islámico de Balears, también llamado «Attauhid», que ejerce como lugar de formación sobre el Islam y la cultura musulmana, dirigido principalmente a los seguidores de esta religión y a quienes quieran conocer su historia y tradición. El centro, ubicado en un edificio del Camí de Son Gotleu, cuenta con 400 metros cuadrados divididos en dos plantas que albergan la mezquita y las salas de estudios. En una de ellas se lleva a cabo la enseñanza del Islam a los niños, mujeres, y adultos. Se trata del mayor punto de concentración de personas que siguen esta religión, ya que el resto de mezquitas de Balears cuentan con unos 150 metros cuadrados y no disponen de instalaciones para impartir formación y organizar actos, como por ejemplo las cenas tradicionales que ofrecen los responsables del centro durante el Ramadam a sus fieles.

La última celebración del Ramadán reunió en el polideportivo Germans Escales a dos mil musulmanes de diferentes países que rezaron juntos, al unísono y en recogimiento en el polideportivo palmesano. Una oración de sólo uno minutos que marcó el final definitivo del mes sagrado.