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LAURA MOYÀ No habrá segundo cinturón, pero sí «un proyecto o una fórmula similar» para mejorar los accesos a Palma. Así lo aseguró ayer el conseller d'Obres Públiques, Antoni Pascual, durante el pleno del Consell; u n pleno en el que también se aprobó la modificación de la Llei de Capitalitat de Palma para que la institución recupere las competencias en materia urbanística, y en el que Joan Lladó, conseller d'Interior, pidió disculpas por las palabras sobre el Rey que escribió en un artículo, aunque consideró que fueron «sacadas de contexto».

En relación a las actuaciones previstas para sustituir el segundo cinturón, el Consell optará por desdoblar el Camí dels Reis y el tramo que une Carrefour del Coll d'en Rabassa con el centro comercial Alcampo. Además, también se unirá la autopista de Inca a la altura de Alcampo con la carretera de Sóller, un proyecto pendiente de concretarse que, de momento, tiene dos posibles soluciones. La primera pasa por habilitar un nuevo tramo de carretera, y la segunda, por aprovechar un ramal ya existente que finaliza en Son Reus.

La Llei de Capitalitat fue otro de los puntos tratados durante el pleno. El Consell aprobó la presentación de una proposición de ley en el Parlament para modificar la normativa y recuperar las competencias en materia de urbanismo. Para Maria Lluïsa Dubon, consellera de Territori, con el cambio se ganará en «rapidez», puesto que el sistema para tramitar los expedientes promovido por la ley hacía «inviable» convertirlos en realidad por su «complejidad». Además, según Dubon, «el urbanismo debe entenderse de una forma global» porque «el territorio está interrelacionado». Francina Armengol, presidenta del Consell, aseguró que la modificación cuenta con el visto bueno del Govern balear y el Ajuntament de Palma.

La oposición, por su parte, cuestionó «la legalidad» del procedimiento para modificar la normativa, según Jaume Font, portavoz de los populares en el Consell, por lo que no descartó impugnar la manera en que se ha tramitado la propuesta.

El PP también presentó una moción para que el pleno lamentara las declaraciones de Joan Lladó sobre el Rey que, finalmente, no se aprobó. El conseller d'Interior manifestó en un artículo dedicado a Tomeu Ferrer publicado en dos semanarios de Manacor que «si alguien quiere encender una vela, que enrolle un retrato del rey». Según Lladó, la vela era una metáfora para «recordar a un difunto» y no «una arenga política». Aun así, quiso disculparse por «la mala imagen» que sus palabras hubieran podido ocasionar al Consell.

El portavoz socialista, Miquel Ramon, y el de Unió Mallorquina, Miquel Àngel Flaquer, lamentaron las declaraciones, aunque apelaron a la libertad de expresión. Por su parte, la representante del Bloc, Joana Lluïsa Mascaró, criticó que el PP no juzgara el trabajo de Lladó al frente de su departamento. El debate transcurrió con normalidad hasta que Lladó preguntó a Jaume Font si cada año va por Todos los Santos a dejar velas a la Oficina del Censo Electoral por los muertos, en referencia a la investigación por presunto fraude electoral en sa Pobla, municipio del que Font fue alcalde. Font contestó que «nunca» había sido condenado.