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TORRES BLASCO/JUAN MESTRE
El próximo día 21 a las cinco de la tarde. Ese día, y a esa hora, se reunirán el president del Govern de las Islas, Francesc Antich, y la presidenta regional del Partido Popular (PP), Rosa Estaràs. Sobre la mesa, la posibilidad de llegar a acuerdos en materia de salud, educación y vivienda.

Esa reunión, primera de una serie de encuentros que se celebrarán cada tres meses, es consecuencia directa del 'debate de la Comunitat' que ayer finalizó en el Parlament con el debate de las propuestas de resolución.

Durante la última jornada del debate, la Cámara balear aprobó todas las propuestas de resolución planteadas por el Bloc (22), UM (14) e Eivissa pel Canvi (24), mientras que también se aceptaron todas las iniciativas del PSIB-PSOE (37), a excepción de la número 34, que fue retirada por los propios socialistas y que pedía que el Parlament rechazara la política «sectaria y partidista» practicada por el anterior Govern «en contra de aquellas instituciones no gobernadas por el PP».

En la primera jornada de este debate, Antich tendió la mano a Estaràs para pactar una docena de planes. La líder popular recogió el guante y le propuso empezar por los de salud, educación y vivienda. Estaràs, en su intervención del miércoles, adoptó un tono muy alejado del que había empleado en el debate de investidura y en sus comparecencias ante los medios de comunicación.

Estaràs, ayer a su llegada al Parlament, dijo que «se puede ser moderado en el tono y firme en el contenido».
De hecho, Estaràs, aprovechó sus declaraciones para manifestar que no se puede culpar sólo al Govern de Matas de la deuda que acumula la Comunitat Autónoma. Según dijo, de los 2.000 millones de deuda, unos 560 corresponderían al primer Govern de Progrés (1999-2003)
La dirigente 'popular' y ex vicepresidenta del Ejecutivo con Jaume Matas, remarcó que acudirá a la reunión con el «mayor sentido de Estado» y dispuesta a alcanzar acuerdos.

Para el president Antich la reunión del próximo 21 es la principal conclusión del debate de política general y de un hecho que el jefe del Ejecutivo considera fundamental: «hemos conseguido rebajar el clima de confrontación».

Antich no eludió que se avecina una dificultad añadida a este aparente clima de 'buen rollismo': la inminencia de la campaña electoral para las elecciones generales de marzo del próximo año.

«Es verdad que vienen tiempos donde será difícil llegar a acuerdos, por las elecciones, pero no hay prisa y si se c