TW
0

La portavoz de la oposición y alcaldesa en el pasado mandato, la popular Catalina Cirer, confirmó ayer que el PP asistirá a todos los actos previstos con motivo de la Festa de l'Estendard los días 29, 30 y 31 de diciembre. Cabe recordar que el pasado 4 de diciembre, Cirer criticó los cambios anunciados para este año en dicha celebración por el teniente de alcalde de Benestar Social i Participació, Eberhard Grosske, del Bloc, en especial el de que la asistencia a la misa de la Seu no sería ya en corporación, como en años anteriores. Cirer afirmó entonces que el PP estudiaría qué tipo de participación tendría en la Festa de l'Estendard.

«Es una celebración importantísima y muy relevante de nuestra ciudad», destacó ayer la portavoz popular, quien recordó que «durante el pasado mandato, Grosske sólo acudió una vez al acto de colocación del Estendard en la Plaça de Cort, y lo hizo en 2006, porque era un año preelectoral y el PSM, como integrante del Bloc, le dijo que participase».

Por último, Cirer señaló que el hecho de que dicha celebración haya sido declarada Bé d'Interès Cultural (BIC) inmaterial por parte del Consell, implicaría el mantenimiento de su estructura.

Por otra parte, Cirer criticó la «falta de capacidad de diálogo» del equipo de gobierno, que preside la socialista Aina Calvo, y, en este sentido, hizo referencia a la oposición de los vecinos del casco antiguo a la retirada de los pilones retráctiles, a la reciente manifestación de vecinos de 'Corea' , la «falta de entendimiento» con los taxistas, las «primeras concentraciones» de la Policia Local, las «dificultades» para consensuar el carril bici de la calle Blanquerna, el rechazo de vecinos, comerciantes y hoteleros de la Platja de Palma al traslado de los usuarios del albergue de Can Pere Antoni al Hotel Mónaco o la «falta de tiempo» de Calvo para reunirse con las entidades ciudadanas, que contrastaría, según señaló Cirer, con la entrevista «privada» que la alcaldesa mantuvo con el presidente del Mallorca, Vicenç Grande.

«Desde el PP pedimos que el equipo de gobierno deje de teorizar sobre el consenso y la participación, y que ponga ambos en práctica», concluyó.