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El director del Servei d'Acolliment i Promoció Sociolaboral (SAPS) "conocido popularmente como albergue de transeúntes de Can Pere Antoni", Alfons Suárez, presentó ayer el balance de las personas atendidas por dicho servicio este año, 524 en total. Asimismo, destacó que un 90 por cien de las 40 personas que en estos momentos acoge el SAPS tienen un trabajo, mientras que el 10 por cien restante son personas que o bien están buscando un empleo o bien tienen más de 65 años y están a la espera de poder encontrar una plaza en una residencia pública. Suárez añadió que este porcentaje, con pequeñas variaciones, podría ser considerado como una media que se podría extrapolar al resto del año. El SAPS cuenta en la actualidad con un total de 57 plazas, y a lo largo de 2007 su nivel medio de ocupación ha sido del 83'43 por cien.

Suárez recordó que Can Pere Antoni se reconvirtió en el SAPS en el pasado mandato, a finales de 2003, cuando la alcaldesa de Palma era la popular Catalina Cirer y la regidora de Serveis Socials era la edil popular Margalida Ferrando. Asimismo, recordó que desde hace cuatro años, y a través de diversos programas, Can Pere Antoni ayuda a personas que se encuentran sin un empleo «a encontrar un trabajo». En este sentido, dijo que no son personas que se encuentren en una situación de exclusión social "que se derivan siempre hacia otros centros", sino personas con una necesidad de acogimiento temporal, que pueden encontrarse en una situación de riesgo de exclusión social a causa, precisamente, de la falta de un empleo.

Por su parte, el teniente de alcalde de Benestar Social, Eberhard Grosske, del Bloc, reiteró ayer que, en principio, Can Pere Antoni será demolido el próximo mes de enero. Asimismo, reiteró que si bien la ubicación provisional prevista en un principio para los usuarios del SAPS era el Hotel Mónaco, en la Platja de Palma, su departamento está estudiando otras posibles ubicaciones, que incluyen 27 hoteles y un edificio en es Camp Redó, tras las críticas formuladas por vecinos, comerciantes y hoteleros de la Platja de Palma.

Grosske visitó ayer el SAPS acompañado por la coordinadora y por el director general de Benestar Social, Marisol Fernández y Joan Miró, respectivamente. El edil reiteró también que «se traslade donde se traslade este servicio, no tendrá ningún impacto negativo sobre su entorno», y dijo, en este sentido, que «hay que lanzar un mensaje muy claro y positivo a la ciudadanía».