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Bajo unas tímidas palmeras de fuegos artificiales hicieron su desembarco en el Moll Vell, de Palma, a bordo de la goleta Rafael Verdera, los tres Reyes Magos. Melchor, Gaspar y Baltasar fueron puntuales a su cita, las 19.00 horas, cosa que no se puede decir del regidor de Participació del Ajuntament de Palma, Eberhard Grosske, quien llegó corriendo tras esquivar varios obstáculos, como la gran multitud de público, para quedarse petrificado ante Sus Majestades cuando subieron las escalinatas reales hacia él y Francesc Triay, de la Autoritat Portuària. Ante los gritos de miles de niños y niñas, los Reyes Magos saludaron y se acercaron a los más pequeños, que durante más de una hora esperaron pacientemente su llegada. Casi media hora tardaron Sus Majestades en recorrer los cien metros que se paraban desde la goleta hasta las carrozas reales. Tres grandes estrellas iluminadas realzaban el protagonismo de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Como estrellas fugaces, las carrozas de los Reyes pasaron por la avenida Antoni Maura a gran velocidad, subiendo la cuesta de Conquistador con alegría y llegando a la Plaça de Cort, en tan sólo diez minutos. La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, junto a Eberhard Grosske, recibió a los tres reyes en la puerta de Cort. Posteriormente y a diferencia de otros años, tanto en el vestíbulo como en los pasillos, escalinatas y balcón del Ajuntament no hubo niños, ni representantes de partidos políticos, por lo que la tradicional salida al balcón del Consistorio fue rápida. Con la Plaça de Cort llena de gente, se podía apreciar el gran número de personas que quisieron saludar a Sus Majestades. Quizás más gente que en años anteriores, podrían superar las 300.000 personas, pero para los amantes de las cifras, podemos asegurar que era difícil calcular la multitud de ilusión y sueños que al paso de las carrozas y Reyes Magos se iba haciendo realidad.

La temática de este año, basado en palacios, reyes y templos hicieron las delicias de grandes y pequeños. Carrozas vistosas y llenas de color, predominaban a lo largo de toda la cabalgata donde decenas de colaboradores y animadores repartieron hasta ocho toneladas de caramelos, sin gluten. La estrella de Oriente desvelaba la llegada de las carrozas de los Reyes Magos, pero antes, el público pudo apreciar las carrozas del templo de Herodes, Cleopatra, Júpiter, Saturno, etc. Incluso abriendo la cabalgata, el buzón real, patrocinado por el Grup Serra.

Julián Aguirre

Fotos: Pere Bota y Serge Cases