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LAURA MOYÀ En el año 1996, Es Refugi adquirió Ca l'Ardiaca, una finca con unos 300 años de antigüedad, para dar atención y acogida a las personas en situación de marginación. Desde entonces, el centro acoge en dos de sus edificios a personas que en la actualidad no disponen de un lugar de trabajo y, en otro, que gestiona el Consell, a personas en momentánea situación de exclusión social. Su director, Gaspar Aguiló, fue quien propuso a la Associació d'Hotelers de la Platja de Palma la posibilidad de que los usuarios del Servei d'Acolliment i Promoció Sociolaboral (SAPS), conocido como el albergue de transeúntes de Can Pere Antoni, pudieran ocupar el tercer edificio, actualmente desocupado y una de las opciones que, junto a 27 posibles hoteles, está estudiando el Ajuntament de Palma.

La zona desocupada tiene tres alturas (recepción y dos plantas) y «capacidad para alojar a los ocupantes de Can Pere Antoni», según Gaspar Aguiló, director de Ca l'Ardiaca. La primera planta, la que se encuentra en mejor estado de conservación, podría albergar «una sala multiusos y habitaciones para los usuarios», además de «los baños». «Tiene una altura de unos seis metros, por lo que también se podría poner un altillo para, de esta manera, ocupar mejor el espacio», según Aguiló.

La segunda planta es la que presenta peor aspecto. Para adecuarla, se necesitaría, de entrada, reparar el tejado, bastante deteriorado por el paso del tiempo y por haber estado tanto tiempo sin habitantes. Además, habría que reparar paredes y suelo y, al igual que en la primera planta, poner la instalación eléctrica y mejorar las tuberías del agua.