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S. CARBONELL/ L. MOYÀ El Consell de Govern aprobó ayer el Plan de Choque contra la Siniestralidad Laboral, con el que pretende reducir los accidentes de trabajo en un 30 por ciento durante este año 2008, por lo que contratará a 12 nuevos técnicos de prevención y salud laboral (tres en Menorca, tres en las Pitiüses y seis en Mallorca), que duplicarán la plantilla de los técnicos con los que cuenta actualmente la Conselleria de Treball.

Así lo explicó ayer la consellera de Treball i portavoz del Govern, Margarita Nájera, indicando que el plan se basa en «la prevención, inspección, formación e información».

El plan de choque, tal y como indicó Nájera, será el paso previo a la aprobación, a lo largo de este año, del Plan Balear de Salud Laboral, que contará con una vigencia de ocho años y será consensuado con los agentes sociales.

Nájera explicó también que las funciones de los técnicos vendrán determinadas por la legislación estatal, aunque puntualizó que la principal novedad del plan de choque será el establecimiento de una alianza con los inspectores de trabajo, que dependen del Ministerio de Trabajo, para que el control a las empresas sea «más eficaz y llegue más lejos».

El plan de choque no incluye las reivindicaciones de CCOO y UGT que, en las negociaciones previas del plan, del que se han hecho hasta tres borradores distintos, exigían que se dotara a los técnicos de nuevas competencias, con el fin de que sus informes puedan servir para que los inspectores de trabajo propongan a la directora general de Salud Laboral del Govern que levante una acta de infracción a aquellos empresarios que incumplan la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Por ello tanto Manuel Pelarda (UGT) como Baltasar Piñeiro (CCOO) se mostraron ayer prudentes a la hora de valorar la aprobación del plan de choque.
Pelarda afirmó que «hace falta que veamos el texto definitivo aprobado por el Govern para hacer una valoración global». Opinión compartida por Piñeiro.

«La ley fija que los inspectores de trabajo son los únicos, cuyos informes pueden servir para que se levante un acta de infracción a las empresas», concretó Nájera y añadió que a través del plan de choque se mejorará la rentabilidad de los técnicos que acompañarán a los inspectores y a los subinspectores de trabajo en la «vigilancia» del cumplimiento de la Ley de Riesgos Laborales.

A pesar de las diferencias con los sindicatos y las reticencias de la patronal, la consellera dijo ayer que el plan cuenta con el apoyo de UGT, CC OO, PIMEB y CAEB, después de que patronales y sindicatos dieran su apoyo al texto presentado el día 20 de diciembre al Consejo Balear de Salud Laboral, si bien reconoció que se han hecho modificaciones, tras las «reticencias» planteadas por alguna organización.

La consellera recordó que el plan no requiere ser firmado por ninguna entidad empresarial ni sindical, debido a que su aprobación es una decisión que compete en exclusiva al Govern.