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El fiscal acusa a cinco personas del robo de siete millones de euros en Son Banya, y en su escrito provisional solicita un total de 35 años de cárcel y multas que suman 70 millones de euros. Los acusados son Bruno G., Nicoleta V., Manuel E., Vicente R. y José Luis G. Para cada uno de ellos solicita cinco años por blanqueo de capitales, multa de 14 millones y dos años de prisión por hurto.

El fiscal entiende que los hechos ocurrieron así: «Los imputados Bruno, su novia Nicoleta y Manuel E., que visitaban con frecuencia el poblado, tuvieron conocimiento de que se guardaban unos siete millones de euros. El 17 de abril de 2006 excavaron en el lugar apoderándose del dinero que aparecía introducido en bolsas de basura».

«Después Manuel E. contactó con José Luis G., que se desplazó a Son Banya con un turismo Ford Fiesta. Por su parte, Bruno contactó con el taxista Vicente R., que se desplazó con el taxi hasta el poblado. José Luis y Vicente tenían pleno conocimiento de lo realizado por los tres primeros y de que el dinero procedía de la venta de drogas en Son Banya».

« Ambos convinieron en sacar a los tres del poblado sin que fueran interceptados por los propietarios del dinero, a cambio de una participación en el botín. Los acusados introdujeron el dinero, que iba en dos bolsas de basura de color amarillo en el maletero del taxi, desplazándose Bruno y Nicoleta en el taxi y Manuel E. en el Ford Fiesta, siendo los conductores Vicente R. y José Luis G. respectivamente. Llegaron hasta el gimnasio que regentaba José Luis en Santa Ponça, donde se ducharon y cambiaron de ropa, entregando Bruno a Vicente dinero del botín a fin de que se desplazara hasta un supermercado donde compró ropa y otros efectos por importe de 686 euros para Bruno, Nicoleta y Manuel. José Luis se desplazó hasta unos apartamentos donde alquiló una habitación que abonó con dinero del botín que le fue entregado por Bruno, trasladándose después todos al apartamento. Durante el día 18 de abril Manuel E., tras coger al menos 42 mil euros abandonó el lugar y huyó a Granada. Previamente entregó a José Luis 10 mil euros por su colaboración y otros 6 mil para que los enviara a sus padres (de Manuel), lo cual hizo José Luis mediante transferencia efectuada en una entidad bancaria de Santa Ponça. El resto del dinero que se llevó Manuel no ha sido recuperado».