Las patronales más representativas de Balears ven con cautela o directamente rechazan la modificación del sistema de servicio público en el transporte aéreo balear acordado por los Ejecutivos central y autonómico, el cual reduce un 7 por ciento los precios medios de los billetes pero permite que la mitad de las plazas se comercializen un 25 por ciento más caras. El Govern explicó ayer esta modificación, que entrará en vigor en un plazo máximo de dos meses, a los agentes sociales en la Mesa de Transportes.
El presidente de la Confederació d´Associacions Empresarials de Balears, CAEB, Josep Oliver, afirmó que se trata de un tema «complejo» e indicó que esta modificación provoca «ventajas y desventajas». Oliver valoró de forma positiva que la tarifa de referencia se haya abarato un 7 por ciento pero consideró que habrá que vigilar la distribución horaria de las tarifas caras y baratas para no perjudicar a los ciudadanos.
Por su parte, el presidente de Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM) y de la Confederación PIME-Balears, Juan Cabrera, consideró que el Gobierno central «no entiende» los problemas de transportes de Menorca, Eivissa y Formentera y apostó por un sistema de tarifa máxima en los vuelos interinsulares.
El presidente de PIME Balears apostó por un modelo de tarifas máximas en el que los ciudadanos sepan a qué atenerse, independientemente de la antelación con la que vayan adquirir los billetes o de los horarios en los que vayan a volar.
Desde el PP, la diputada Mabel Cabrer cree que los cambios introducidos en la declaración de servicio público «abren un melón muy peligroso». «Subir las tarifas no es positivo, aunque haya algunas que bajen un poco. Estos cambios benefician a la empresa que cubre el servicio», declaró Cabrer. El PP formula una pregunta sobre esta materia a Antich en el pleno del Parlament del martes.
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