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La encuesta elaborada por encargo de la Conselleria de Presidència sobre el grado de implicación de la población balear en los asuntos relacionados con la política autonómica, base del futuro plan de participación ciudadana, pone de manifiesto el elevado porcentaje de conocimiento de canales tradicionales para hacer públicas las reivindicaciones sociales "plataformas, manifestaciones,..." frente a las modernas fórmulas para hacer llegar a la Administración, en este caso autonómica, las quejas y sugerencias "página web, servicios de información ciudadana y atención telefónica".

El aspecto nuclear de la encuesta de la Conselleria de Presidència se centra en la constatación de que el ciudadano no sólo quiere expresar su opinión en el momento de depositar el voto, al margen de la consulta electoral se considera necesario establecer canales que fomenten la participación en la toma de decisiones políticas. Queda claro, por tanto, que los resultados de unas elecciones no son, como en ocasiones se pretende dar a entender, una especie de salvoconducto para que los políticos puedan tomar toda clase de decisiones sin tener en cuenta la opinión de la población.

Cabe esperar que el futuro plan en el que trabaja la Conselleria de Presidència, al frente de la cual se encuentra Albert Moragues, se convierta en una herramienta útil para crear auténticos y modernos canales de comunicación entre los ciudadanos y la Administración autonómica. Sería un error desperdiciar la voluntad participativa en la adopción de medidas que, de un modo u otro, acabarán afectando a colectivos sociales. Hasta el momento no se conocen los plazos en los que el plan de participación ciudadana entrará en vigor, la propia encuesta pone en evidencia la urgencia de su puesta en marcha.