Una pareja de alemanes, con uno de los tesoros encontrados en Peguera a 400 metros de altura.

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Vámonos ya, que el tiempo es oro», exclamaba Reto, ciudadano alemán, uno de los 70 participantes de este novedoso juego conocido como 'Geocaching', en el momento de subirse a su coche, GPS en mano, y comenzar la frenética búsqueda de los tesoros.

Se trata de un juego de aventura para los usuarios de GPS, que realizan búsquedas de tesoros publicados en la página web www.geocaching. com. Fue creado hace ocho años en Norteamérica y se ha ido popularizando rápidamente. Se estima que cerca de 600.000 personas lo practican a nivel mundial. En las Islas sólo dos mallorquines han comenzado su práctica hace cuatro años.

La idea básica es que individuos guardan tesoros por todo el mundo y se comparten las coordenadas de estos escondites en internet, permitiendo que todos los participantes («geocachers») se lancen a la búsqueda de él. Lo único que se pide a los participantes es que en el momento de encontrarlos saquen algo de su interior y a la vez dejen algún regalo a cambio. Hay más de 8.000 tesoros escondidos en 210 países, clasificados de tal forma que se puede elegir la región o la comunidad a buscar. El tesoro puede tener distintas formas y generalmente de poco valor. Puede ser una moneda, un libro, un llavero o cualquier pequeño objeto, siempre guardados en un tupper llamado «cache». En su interior siempre habrá un libro de visitas, para dejar algún comentario, que luego son publicados en el portal de internet.

Los sitios elegidos como escondites pueden estar en un precipicio rocoso accesible sólo mediante escalada, también puede estar en el fondo marino. Los escondites tienen clasificación dependiendo de su dificultad: deducción, multiescondites o virtuales.

El pasado 30 de marzo, un grupo de 'geocachers' de Mallorca comenzó el juego. Después de recibir la información de las coordenadas comenzaron la búsqueda de los tesoros. El grupo se disgregó, algunos a pie por los sitios aledaños y otros en coche.