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La alcaldesa de Palma, la socialista Aina Calvo, reconoció ayer que en un solar del cementerio municipal ubicado junto al tanatorio de Son Valentí se han quemado restos orgánicos en estas últimas tres semanas, si bien añadió que se había tratato de una situación «puntual, accidental e incidental», que lamentó «profundamente» y por la que pidió «disculpas».

Cabe recordar que el martes, la portavoz de la oposición y alcaldesa en el pasado mandato, la popular Catalina Cirer, había presentado ante la Fiscalía una denuncia por un presunto delito continuado contra el medio ambiente, tras haber constatado que se habían quemado en varias ocasiones, al aire libre, «restos cadavéricos humanos» y «restos de ataúdes» procedentes de la limpieza de tumbas.

Dos días después, un equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil acudió al cementerio, a instancias de la Fiscalía, donde descubrió restos orgánicos, junto con restos inorgánicos, de los que tomó muestras, además de hacer fotografías.

Los agentes tomaron también declaración a varios empleados y precintaron el lugar en el que se encuentran las sacas con los restos de las incineraciones. El solar donde se habían llevado a cabo las cremaciones había sido limpiado poco antes de la llegada de la Guardia Civil, lo que, según el PP, se habría hecho para «ocultar pruebas». La Fiscalía, por su parte, ha abierto ya diligencias previas, por lo que el expediente abierto por la Conselleria de Salut el miércoles se paralizará por ahora.

Por otra parte, un informe preliminar de la Empresa Funerària Municipal reconoce que se ordenó quemar restos inorgánicos.
Calvo garantizó ayer que se actuará con «contundencia» en este caso. «Garantizo que asumiremos todas las responsabilidades que tengamos que asumir», añadió. Asimismo, dijo que las exhumaciones en Son Valentí se llevan a cabo de forma correcta. En este sentido, quiso lanzar un «mensaje de tranquilidad» a la ciudadanía.