Concentración de delegados sindicales del sector de la educación celebrada el pasado viernes ante la sede del Govern.

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Alrededor de 43.000 alumnos de Balears (un 40% del total) se verán hoy y mañana afectados por la huelga de los 3.100 docentes de los 114 centros concertados de Balears, que protestan así por la falta de acuerdo con la Conselleria d´Educació sobre los plazos del pago del complemento retributivo para lograr la equiparación salarial con los docentes interinos de la red de centros públicos.

En las horas previas a la huelga, convocada por los sindicatos STEI-I, USO, FSIE, CCOO Y UGT, los ánimos se fueron caldeando seriamente ante las peticiones opuestas sobre la conveniencia de que los padres lleven o no a sus hijos al colegio.

Escola Catòlica, la patronal que representa a la mayoría de los colegios religiosos concertados, espera que el seguimiento del paro alcance al 80% de los docentes, por lo que ayer pidió directamente a las familias «que no lleven a los niños al colegio, a menos que sea imprescindible, porque con los servicios mínimos decretados por la Conselleria -el equipo directivo de cada centro, compuesto en la mayoría de los casos por tres personas- difícilmente van a poder estar atendidos adecuadamente», reconoció su presidenta, Marta Monfort. De hecho, las direcciones de los colegios han remitido estos días circulares a las familias explicando la situación y advirtiendo de que es preferible que los alumnos no acudan al centro.

Pero, para sorpresa e indignación de los colegios afectados, la consellera d´Educació, Bàrbara Galmés, animó ayer a los padres a mandar a sus hijos al centro pese a la huelga. «Las familias pueden mandar a los alumnos aunque no vayan a recibir todas las clases y tengan que estar en el patio o haciendo otro tipo de actividad», indicó Galmés, quien insistió en que estarán activos el servicio de comedor y otros no docentes, como las actividades extraescolares.

Desde Escola Catòlica, se calificó de «irresponsabilidad absoluta» esta declaración de la consellera. «Si durante los días de huelga se produce algún incidente en un centro, la responsabilidad será sólo de la consellera», aseguró el asesor legal de la patronal, Marc González, quien recordó que «los servicios mínimos los fijó la Conselleria, muy por debajo de los que la patronal propuso (que fueron del 70%), y parece que se quiere crear un problema de orden público y que los padres se echen encima de los colegios, cuando la consellera no debe olvidar que la huelga se la hacen los docentes a ella y que los colegios son los que, junto a alumnos y familias, la padecen».

Y en medio, las familias, entre las que existe «una gran preocupación y una alta indignación», aseveró el presidente de la Coapa, Fernando Martín. Según éste, «los servicios mínimos fijados no tienen ni pies ni cabeza. Ni aún sacando a todos los niños al patio tres personas pueden dar abasto para garantizar su atención» y desmintió que sean «los habituales», como se afirmó desde Educació. Por eso la indignación se dirige a todas las partes implicadas: «Hacia la Conselleria por haber fijado estos servicios mínimos, hacia la patronal por no haber insistido en que fueran más altos, y hacia los sindicatos y los docentes por su falta de responsabilidad al aceptarlos». Desde la Coapa también se insta a llevar a los niños al colegio porque «se está vulnerando el derecho de los niños a acudir a clase y el de las familias a que sus hijos estén bien atendidos».

La consellera d´Educació aseguró ayer que el Govern afronta «con tranquilidad» la huelga convocada. Bàrbara Galmés anunció que los servicios mínimos establecen que los equipos directivos de todos los centros «acudirán a trabajar, además del profesorado que no siga la convocatoria de huelga», de los 3.100 llamados por los sindicatos a sumarse al paro.

Galmés dijo que «no es la primera vez que se produce una huelga» e insistió en que los colegios permanecerán abiertos.

«Las familias pueden mandar a los alumnos aunque no vayan a recibir todas las clases y tengan que estar en el patio o haciendo otro tipo de actividad», indicó.

Acerca de las negociaciones, Galmés afirmó que se están acercando las posturas «aunque las reivindicaciones son mayores»