Huguet que al inicio de su exposición, en mallorquín, se enorgulleció de hablar y escribir perfectamente las dos lenguas imperantes en el archipiélago balear, dijo que «nuestro objetivo es la reintroducción de un modelo de enseñanza bilingüe que evite la discriminación de los escolares por razón de lengua y sus consecuencias».
Huguet reconoció la responsabilidad de los políticos en la ruptura de la cooficialidad de las lenguas por «omisión o actitud pasiva»: «Hemos hecho dejación de nuestra responsabilidad estamos a tiempo de hacer efectivo este reconocimiento. No se puede aplicar un sistema lingüístico que induce a un mayor fracaso escolar».
Bilingüe
En su opinión, es «un hecho» que el sistema de inmersión lingüística que se está imponiendo en ciertas comunidades autónomas bilingües «no es ni legal ni constitucionalmente lícito» por lo que defendió en todo momento el bilingüismo al 50%.
Según afirmó el senador, «el sistema discrimina a los niños cuya lengua materna es el castellano. Es un derecho que se está incumpliendo y que se defiende como discriminación positiva utilizando el procedimiento de inmersión lingüística».
Por su parte, el senador Pere Sampol, del Bloc per Mallorca, retó al PP a encontrar algún alumno de las comunidades autónomas bilingües que cuando acabe la enseñanza básica no hable ni escriba correctamente el castellano. En las comunidades bilingües todos los niños saben español mientras que no todos saben la lengua del territorio. Esa es la única realidad. El castellano no está amenazado de extinción en estas comunidades autónomas sino que son las otras lenguas cooficiales las que están en retroceso y necesitan protección».
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