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Benita Bagur Olaya, s'àvia, vivió ayer una jornada muy especial con motivo de la celebración de su centenario. El monasterio de La Real fue el escenario elegido para festejar esta fecha tan especial. El acto, que reunió a cerca de doscientos invitados, contó con la presencia de Bàrbara Galmés, consellera d'Educació i Cultura, y Nanda Ramon, regidora de Cultura del Ajuntament. La celebración comenzó con una eucaristía en la iglesia del monasterio.

A continuación, tuvieron lugar distintas actuaciones de música tradicional mallorquina y de boleros a cargo de los grupos Nou Romancer y Aires des Pla de Marratxí, además de la interpretación de distintas piezas musicales con violín y voz por parte de Gabriel Martí y Maria Anònia Riutort. Los nietos de Benita, por su parte, intervinieron en la ceremonia con la lectura de un emotivo escrito de felicitación a su abuela.

Gaspar Goñalons, hijo de Benita, destacó que su madre es «una persona que ha dedicado su vida a su familia y que goza de un perfecto estado de salud y tiene un sentido común extraordinario. Los fines de semana sale al cine, de paseo o a comer con su hijo y su nuera, que la quieren muchísimo, al igual que sus tres nietos, Daniel, Carlos y Enric».

A petición de la centenaria "que en todo momento estuvo arropada por sus seres queridos" los asistentes no le obsequiaron con ningún regalo personal porque Benita prefirió que las aportaciones de los invitados fueran destinadas a un proyecto de la ONG Intermón Oxfam para contribuir a la lucha contra la pobreza. Representantes de la organización no gubernamental agradecieron personalmente a s'àvia su gesto de generosidad.

Una cena en el atrio de La Real, en la que participaron todos los invitados, cerró los actos de celebración del emotivo cumpleaños centenario.

Neus Aguiló