El juez Barceló cuestiona en un auto la práctica habitual de imputar sin pruebas

El magistrado, ex decano de los jueces de Palma, se ratifica en su decisión inicial -archiva la causa aunque deja abiertas diligencias por delitos contra la Agencia Tributaria y falsedad- y la apostilla con el siguiente comentario: «Sólo deberían imputarse delitos con pruebas".

El juez considera que a pesar de las supuesta 'ventaja' que supone prestar declaración en calidad de imputado ( con asistencia de letrado y sin la obligación de decir la verdad), esa condición, repetida de forma constante por los medios de comunicación, quedará vinculada al incriminado, aunque al final, se sobresea la causa.

En el 'caso Ayudas' fueron imputadas dieciséis personas, la mayoría de ellas dirigentes de diversas asociaciones, y fueron absueltas seis, entre ellas, la consellera insular Dolça Mulet.

El auto del juez Barceló señala: «...a nuestro juicio, no se debe imputar y luego investigar, sino al revés".
Y añade: «Primero se han de obtener pruebas solventes que vayan más allá de meras presunciones, vetadas en el Derecho Penal, y si de las mismas se extraen un grado aceptable de verosimilitud, que permita pensar que no se han respetado las leyes, que es lo que se sanciona en el Derecho Penal, en base al principio de tipicidad. Luego, ya procederán los citados en calidad de imputados,... a fin de que puedan ser interrogados en base a un principio de prueba sólida en su contra».

El magistrado, asimismo, insiste en el «trastorno afectivo» que supone para una persona tener la condición de imputada en una causa.
«El auto (del caso Ayudas) clarifica los hechos y las diferentes conductas por las que se seguido la instrucción, separando y delimitando la presunta participación de las personas inculpadas y analizando la legislación aplicable a la materia investigada, lo que hubiera sido a nuestro juicio aconsejable antes de llamar a declarar a algunas personas en calidad de imputadas».