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La nostalgia se ha apoderado de Roland Garros en las horas previas al inicio de la competición. Los dos últimos jugadores en dominar con autoridad el Abierto francés antes de la irrupción de Rafael Nadal han explicado su adiós. La tetracampeona Justine Henin y el tricampeón Gustavo Kuerten se marchan después de haber detentado la hegemonía que el actual número dos del mundo pretende elevar hasta los cuatro entorchados consecutivos conseguidos por Bjorn Borg. Cumplirá el martes día 3 de junio 22 años, pero sus logros le situan a la altura de dos de los tenistas más queridos por los aficionados del segundo grande de la temporada. Nadal es el indiscutible rey de la tierra y el dominador de la arcilla parisina, que ya llora a sus últimos grandes para elevar de nuevo a los altares al manacorí.

La pista número 1, la tercera en importancia en el recinto de Roland Garros, tiene inscritos los nombres de todos los ganadores masculinos y femeninos del segundo Grand Slam de la temporada. Los de Henin y Nadal comparten las tres últimas inscripciones a pesar de que la belga puede presumir de cuatro títulos en sus vitrinas. Pase lo que pase ya será imposible repetir el homenaje de la pista 1 que sólo ha cambiado en los últimos tres años por el apellido de soltera de la tetracampeona. Ayer la que fue número uno del mundo quiso explicar en su torneo predilecto el porqué de una retirada que anunció diez días atrás.

Apenas unas horas después de que la ya ex tenista belga compareciera ante los medios, el último jugador en conseguir, aunque de forma alterna, tres Copas de los Mosqueteros se mostraba ilusionado en vísperas de su regreso a la Philippe Chatrier. Gustavo Kuerten es consciente de que su nivel físico está alejado de las exigencias a las que será sometido en un encuentro al mejor de cinco sets, pero se mostró encantado con rememorar tiempos de vino y rosas sobre la arcilla parisina.

Henin comentó las sensaciones tan especiales que ha vivido en Roland Garros y el brasileño, que participa con una wild card, expresó su satisfacción por volver a sentirlas en el ocaso de una carrera que está muy vinculada a la historia de la gran cita gala. La de Guga era otra despedida con aroma a satisfacción por los sueños cumplidos y al mismo tiempo el trampolín para que Nadal sea la leyenda activo del segundo grande del curso.

El jugador brasileño, que no ha jugado nunca contra el 'manacorí', comenta que le hubiera gustado hacerlo cuando hacía su mejor tenis. «Creo que hubiera tenido que elevar mi nivel al máximo para ganarle», pero que en cualquier caso querría que le tocara hacerlo en este Roland Garros, que se inicia hoy porque «podría ser divertido».

Kuerten recuerda que tomó en los dos últimos meses del pasado año decidió que no jugaría más que unos torneos para despedirse, «para tener todavía la sensación de los partidos y para agradecer al público». Su retirada no tiene tanto que ver con el sufrimiento de los partidos, sino con el de los entrenamientos, que le exigen muchos esfuerzos y «es mentalmente muy duro trabajar tan duro sin obtener resultados».

Por su parte, Justine Henin, que con 25 años dice adiós, no dudó en asegurar que el tenis «había sido una parte muy grande de su vida», pero ahora aseguró que «se verá a la Justine verdadera». «No necesito estar en la pista central (de Roland Garros) para sentir esas sensaciones que experimenté porque nadie me las va a quitar», aseguró la tenista belga, quien ahora se centrará en «la Justine verdadera», a pesar de que verá los partidos del Roland Garros.

«Voy a ser yo misma. Voy a hacer algo más. Creo que es importante dejarlo ahora. El tenis ha sido una parte grande de mi vida, y no tengo ningún pesar sobre eso», manifestó Henin. Ahora Nadal tiene el terreno abonado para seguir engrandeciendo su leyenda, para continuar batiendo récords y para mantener su nombre en la élite más privilegiada del tenis mundial.